La acusada de matar a su compañera reconoce el crimen aunque alega haber consumido alcohol y droga

La Fiscalía y la acusación particular rebajan a 15 años de cárcel su petición de pena para la imputada

A.M.P., la mujer de 52 años acusada de asesinar en 2011 en un piso de la calle Nueva Bellavista de Sevilla a su compañera sentimental, a la que asfixió inicialmente con un calcetín y a continuación con sus propias manos mientras mantenían relaciones sexuales, ha reconocido haber cometido el crimen, aunque su abogada defensora ha alegado que actuó bajo los efectos de las drogas y el alcohol, sustancias de la que es "consumidora habitual" desde que tenía 14 años.

En el juicio con jurado celebrado este lunes en la Audiencia Provincial de Sevilla, que en contra de lo habitual ha durado poco más de una hora, la acusada se ha limitado a declararse "culpable" del delito de asesinato cometido sobre la víctima, identificada como R.N.P., aunque su letrada ha pedido que se tenga en cuenta la atenuante relacionada con el consumo de drogas y alcohol, lo que, a su juicio, "le provocó una disminución de la capacidad volitiva".

Tras ello, el fiscal ha renunciado a toda la prueba testifical prevista y únicamente ha considerado necesaria la comparecencia de los médicos forenses que practicaron la autopsia al cadáver y del psiquiatra que se entrevistó con la acusada una vez ocurrieron los hechos a fin de poder determinar la existencia de la atenuante alegada por la letrada de la defensa.

Uno de los médicos forenses que realizó la autopsia ha confirmado que la muerte fue "violenta" y de etiología "homicida", pues la víctima murió estrangulada después de ser "inmovilizada" por las muñecas y atada con cuerdas a la cama donde ambas mantenían relaciones sexuales, con lo cual "no tenía ninguna capacidad" para defenderse con las manos.

Según ha añadido, "el mecanismo más lógico es que la acusada estuviera sentada sobre la víctima a horcajadas y de rodillas, para poder manejar el cuello con las dos manos y poder usar un lazo", lo cual "limitaba aún más la movilidad de la fallecida, que sólo podía mover las piernas".

"serio" problema con las drogas

De su lado, un médico forense especialista en psiquiatría ha asegurado que la acusada "no tiene un trastorno mental, pero sí un serio problema con las drogas", a lo que se suma que tiene una inteligencia "límite" aunque sin llegar a ser "una retrasada mental", añadiendo que su conclusión es que "la capacidad de comprender lo que estaba haciendo estaba intacta, pero su voluntad se encontraba limitada".

No obstante, y según ha precisado este psiquiatra, la procesada "era perfectamente consciente de la ilegalidad que estaba realizando".

Tras ello, el fiscal ha modificado sus conclusiones provisionales y ha rebajado su petición para la acusada de 18 a 15 años de cárcel, porque entiende que cometió un delito de asesinato con la agravante de abuso de confianza aunque también con la atenuante de alteración de su capacidad psíquica.

Los hechos

El abogado que ejerce la acusación particular en nombre de los hermanos de la víctima se ha adherido a lo solicitado por el representante del Ministerio Público y ha pedido para la imputada 15 años de cárcel —frente a su petición inicial de 26 años— y el pago de una indemnización de 20.000 euros a cada uno de los cuatro hermanos de la fallecida.

La letrada de la defensa, de su lado, se ha adherido a las peticiones planteadas por las acusaciones.

En su escrito de acusación, consultado por Europa Press, el Ministerio Público relata que la acusada mantenía una relación sentimental de pareja desde principios de 2011 con la víctima, conviviendo ambas en el domicilio de ésta última, en la calle Nueva Bellavista de Sevilla.

Un calcetín al cuello

Así, añade que el día 24 de diciembre de 2011, y encontrándose ambas en la vivienda, decidieron mantener relaciones sexuales "en la forma que habitualmente les complacía", que consistía en que la víctima era atada por las muñecas a la cama mientras la procesada "desplegaba actividad sexual sobre ella en el lecho".

Según el fiscal, los hechos tuvieron lugar entre las 4,00 y las 9,00 horas del día 25 de diciembre, cuando, encontrándose en dicha actividad, la acusada se aprovechó de que la víctima "no podía de ninguna manera defenderse ni liberarse de las ataduras, a las que en un principio accedió voluntariamente sin saber qué ocurriría después", para atarle un calcetín al cuello con un nudo.

En ese momento, la imputada "comenzó a tirar" de los extremos del nudo provocando la asfixia de su pareja, momento en el que ésta, "a la vista del exceso de violencia en principio consentida por la relación sexual, comenzó a resistirse", por lo que la acusada, "viendo que no conseguía su propósito con el calcetín, la agarró por el cuello con sus manos" hasta producirle la muerte por asfixia.

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