Vanesa siente pánico en la calle y vigila si la siguen; no sale de noche, ha cambiado de trabajo y hasta de amigos.

Todo por evitar a su ex novio, contra el que lleva ocho meses esperando una orden judicial de alejamiento, según denunció por carta a 20 minutos.

La mujer que esconde su identidad bajo el seudónimo de Vanesa tiene 37 años, vive en Alcalá y, además de víctima de la violencia doméstica, lo es también de la lentitud del sistema judicial.

Aunque denunció dos palizas de su ex pareja en la primera quincena de marzo, el juez no le ha otorgado la orden de alejamiento hasta el 16 de noviembre.

La historia de Vanesa es prototípica de malos tratos: su ex novio era un "hombre tranquilo y cabal" hasta que discutieron.

Una brecha en la cabeza le quedó de la primera paliza, un ojo hinchado de la segunda y, tras la ruptura, las cuatro ruedas del coche pinchadas y el acoso, presencial y vía móvil, llenan su diario este último año.

Fuentes judiciales hablan de un caso nada común; explican el retraso de la orden por un posible fallo en el traslado del caso del Juzgado n.º 4 de Alcalá, el que recibió la denuncia, al encargado de la violencia doméstica, el n.º 7.

A todo ello se añade que el titular del Juzgado n.º 7 estuvo temporalmente apartado por su lentitud dictando sentencias.

Vanesa no duda en afirmar que ella no recomendaría denunciar el maltrato. "Eso de que no estamos solas es mentira –asegura–, no sólo tardan meses en darme la orden, sino que pasan días hasta que se la comunican. ¿A qué esperan, a que me vuelva a partir la cara?", se pregunta.

3.611 protegidas en un año

Las órdenes de alejamiento las dictan los jueces para impedir que los presuntos agresores vuelvan a estar cerca de sus víctimas.

En caso de que quebranten esta norma, pueden ser enviados preventivamente a prisión.

En el año que llevan funcionando los Juzgados de Violencia contra las Mujeres, 3.611 mujeres, de las 4.500 que lo han solicitado, han recibido dicha orden.

Cruz Sánchez, abogada de la Federación de Mujeres Progresistas, asegura que normalmente se tardan de 24 a 72 horas en conseguir los alejamientos, por lo que tilda el caso de Vanesa de "muy grave y excepcional".