Las facturas sin pagar vuelven a ahogar a Madrid y la abocan a un segundo plan de rescate

  • Ana Botella confirma que el Ayuntamiento tiene que adherirse al segundo plan de pago a proveedores anunciado por el Gobierno.
  • Con el dinero del primer plan, pagó los 1.017 millones que debía, pero vuelve a deber 993 millones porque dejó de abonar las facturas.
  • Los madrileños han sufrido fuertes recortes y subidas de precios | Varias empresas públicas rozan ya la quiebra.

El 27 de diciembre de 2011, Ana Botella tomó posesión de su cargo como alcaldesa de Madrid. Lo hizo alabando la "ambición" Alberto Ruiz-Gallardón, pero sabiendo que la herencia que este le legaba era la de una ciudad al borde de la ruina económica. Por ello, entró en tromba sobre las cuentas municipales.

En menos de tres meses presentó su primer plan de ajuste: quitó 160 millones de euros al presupuesto que aprobó su antecesor para 2012 y subió los impuestos, tasas y precios públicos a los madrileños.

En septiembre, bloqueó otros 75 millones al ver que el dinero disponible no le daba paga pagar las deudas de Gallardón. En noviembre hizo públicas las cuentas para 2013: otros 354 millones menos, nuevos recortes en los servicios (salvo en el área social) y más tasas a pagar por los vecinos. Los precios de las actividades deportivas, que ya se habían incrementado, se dispararon otro 25%.

Desde su llegada hasta hoy, Botella ha recortado la paga y los beneficios sociales a los funcionarios municipales, ha limitado la recogida de basuras para ahorrar, ha intentado vender edificios municipales para obtener liquidez, ha cedido otros para no tener que gastar en su gestión y ha reducido el dinero para limpiar y reparar las calles.

Además, ha dejado de construir vivienda pública, quiere privatizar los polideportivos, ha subido el precio por aparcar en la calle, disparó el de las escuelas de música y hasta llegó a proponer que parte de los servicios municipales se cubriesen con voluntarios.

Sin embargo, todo ha sido en vano. Las cuentas del Ayuntamiento continúan hundidas hoy y, aunque la deuda se ha reducido, Madrid necesita un segundo plan de rescate para poder seguir abonando las facturas.

Facturas pendientes

Fue la propia alcaldesa quien lo admitió este jueves. "Sin duda", contestó cuando fue preguntada sobre si la ciudad se acogerá al nuevo plan que ultima el Gobierno de Mariano Rajoy para las administraciones que no pagan a sus proveedores. "Concurriremos si estamos dentro de los parámetros", apostilló. Y lo estará, porque el Gobierno central no quiere ni oír hablar de la quiebra de la capital de España, que ha estado dirigida por el PP desde 1991.

La situación de la ciudad es la siguiente. En 2012, Madrid se acogió al primer plan de pago a proveedores. A cambio de realizar recortes, el Estado le avaló un préstamo para sufragar los 1.017 millones de euros que debía en 16.700 facturas pendientes con 1.700 empresas. La deuda quedó zanjada, pero, a renglón seguido, Botella dejó de pagar de nuevo. El resultado es que las empresas que contratan con el Ayuntamiento continúan reclamando hoy 993 millones.

El Ayuntamiento llegó a vanagloriarse de que había logrado cerrar el ejercicio con 1.000 millones de superávit, cuando, en realidad, seguía siendo el más endeudado de España y apenas tenía dinero en efectivo en caja.

Eso, sin contar la deuda financiera. El 2012 acabó con una mora de 7.430 millones, que el Consistorio quiere dejar en 5.910 millones al acabar 2013. Eso, sin contabilizar la deuda de las empresas públicas (Madrid Espacios y Congresos, que gestiona el Madrid Arena, está en quiebra técnica), que sumaría casi 400 millones más, y las devoluciones que tiene que hacer al Estado (otros 400 millones).

"Se planificó a corto plazo"

Botella lo ha intentado todo. Su equipo defiende que la alcaldesa es una "convencida" de la austeridad y que, si algo ha hecho desde su llegada, ha sido promover el ahorro. Entre otras, y aunque sigue manteniendo a todo un contingente de asesores, ha recortado el personal de confianza.

Sin embargo, y según reconocen a 20minutos.es fuentes del Partido Popular, la deuda generada por Gallardón sobrepasa las capacidades de la ciudad. "Si la crisis no hubiese llegado, Madrid no tendría problemas financieros. Es una ciudad con gran capacidad de endeudamiento, pero se planificó a corto plazo y ahora todo se ha desplomado. Sin ingresos, no podemos hacer otra cosa que apretarnos el cinturón", apunta un antiguo colaborador del hoy ministro de Justicia.

A Madrid no le saldrá gratis entrar en el segundo plan de pago a proveedores. El primero ya obligó a Botella a acometer un plan de ajuste. Las condiciones de este aún están por revelarse.

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