El uso de energías renovables como la eólica o la solar se ha extendido por España, aunque nunca lo suficiente. En la actualidad, el 93% de la energía generada proviene de fuentes no renovables: carbón, gas, petróleo y uranio.

Las fuentes de energía renovables pueden ser contaminantes y no contaminantes. La principal fuente de energía renovable contaminante, aunque menos que las no renovables, es la biomasa. Entre las renovables limpias encontramos la energía azul, la eólica, la solar, la geotérmica, la hidráulica, la mareomotriz y la undimotriz (que transforma la fuerza de las olas).

Solemos pensar en las hileras de molinos en plena sierra o en inmensos huertos con panales solares, pero –como explica Fotocasa– el autoabastecimiento de los particulares también es posible. El autoconsumo consiste en una gestión directa del productor que, a su vez es el consumidor, que permite evitar las pérdidas energéticas que se producen con el transporte.

Los avances tecnológicos permiten ya que viviendas y hasta urbanizaciones dispongan de medios con los que generar electricidad, prácticamente suficiente, para abastecerse, llegando a crear hasta micro-redes de distribución entre usuarios próximos. Todo ello mediante el uso de placas o colectores solares, de calefacciones por biomasa y hasta de pequeñas turbinas de viento o máquinas de combustión interna.

Se trata de un modelo más sostenible, social, económico y eficiente. Si bien el uso de energías renovables supone una inversión cara a corto plazo, al tener un combustible gratuito, se amortiza en un periodo de entre 5 y 7 años. Solo habrá que gastar en el mantenimiento y la limpieza del aparato, que suele tener una vida de más de 20 años.

Además de la gran ventaja de la reducción en la factura de la electricidad (de hasta un 70%), el autoconsumo presenta otras ventajas como la creación de riqueza local y la generación de empleo local, cualificado y estable.

Este uso eficiente de los recursos naturales, locales, gratuitos e ilimitados genera una independencia energética, que nos protege de las subidas indiscriminadas de los precios. Además, está al alcance de todos con tan sólo unas inversiones moderadas.