La desesperación que está provocando la actual situación económica está llegando a tal punto que muchas personas ya no pueden ni permitirse un mínimo gasto para comer.

En este sentido, además de entidades benéficas como Casa Caridad, también los bares y locales de comida para llevar de Valencia son los que más de cerca vivien esta cruda realidad.

De hecho, todos los establecimientos consultados por 20 minutos han coincidido en asegurar que cada vez va más gente a pedirles alimento. Por ejemplo, la empleada de una casa de comidas para llevar situada junto a la plaza Redonda  ha explicado que, en su turno, "vienen cinco o seis personas al día".

Además, ha añadido que al principio sí que daban, pero luego tuvieron que cerrar el grifo porque "cada vez venía más gente". Ahora, ofrecen por 1 euro las raciones sobrantes de arroz: "Da mucha pena, a veces es gente que no aparenta tener problemas".

Otro de los bares consultados, Boatella, junto al Mercado Central, también ha asegurado que "vienen a pedir personas con buena aparencia y siempre les damos algo".

Al respecto, desde Casa Caridad han asegurado que aún tienen disponibilidad para atender a todas aquellas personas que estén necesitadas, previa entrevista con sus trabajadores sociales, y han recordado que permanecen abiertos todos los días del año de 12 a 14.30 horas, en la sede de la Pechina, y de 13.00 a 15.00 horas en el comedor de la calle Santa Cruz de Tenerife.

Además, les dan una bolsa con un bocadillo, un lácteo y bebida para la cena. Solo el año pasado atendieron a 400.000 personas y un 15% acudieron a la entidad por primera vez.

Ante esta situación, desde la Federación de Hostelería han informado de algunas iniciativas solidarias. Por ejemplo, los restaurantes Samsha, Kiaora, Mulhandara y La Salita  ofrecerán el próximo 22 de abril un menú de 8 platos con vino, postre y café por 65 euros en Kiaora. De ellos, 10 euros irán al Banco de Alimentos (ver página de Facebook Cocinando a 8 manos).

Mario Escribano, de 43 años, es uno de los camareros de la céntrica cervecería Los Toneles. Según relata, todos los días van mendigos a pedirles comida: "Siempre intentamos ayudar en la medida de lo posible, pero claro, entre ellos se corre la voz y a veces vienen tantos que no podemos ayudar a todos. Entonces los remitimos a la Casa de la Caridad, pero algunos nos dicen que no van porque hay demasiadas normas".