El portavoz sanitario del Grupo Parlamentario Socialista de las Cortes de Aragón, Eduardo Alonso, ha criticado la gestión del Gobierno de Aragón en esta materia al afirmar que la "bola sanitaria", la deuda acumulada por el impago de facturas a proveedores, era de 192 millones de euros a fecha 1 de marzo, sin que paralelamente se hayan hecho grandes inversiones.

En rueda de prensa, Eduardo Alonso ha manifestado su "preocupación" por el aumento de las facturas impagadas, lo que ha atribuido a la mala confección del Presupuesto o a la "mala gestión". Se cumple un año de la puesta en marcha del primer plan de concertación con la sanidad privada dentro del Presupuesto autonómico de 2012.

En 2013 la "bola sanitaria" llegó a 227 millones de euros, el coste de 99.316 facturas, cantidad de la que en febrero se abonaron 34,7 millones. Quedan por pagar 80.807 facturas, que tienen un importe total de 192 millones. Estas facturas están "en los cajones, encima de la mesa" porque "no están superando el lento proceso administrativo en los pagos a proveedores". Son datos del Gobierno autónomo, ha indicado Alonso.

En estas circunstancias la "fama" de buena gestión contable de la presidenta del Gobierno, Luisa Fernanda Rudi, y el consejero —economista, ha recordado— de Sanidad, Ricardo Oliván, "se viene abajo", ha opinado.

"No ha habido ni grandes inversiones, ni grandes compras de equipamientos en los hospitales, ni importación de tecnología", ha continuado Alonso, quien ha opuesto esta situación a la deuda que acumuló el anterior Gobierno (PSOE-PAR), cuando se levantaron los centros de salud de los distritos zaragozanos de La Almozara, de Parque Goya, del ACTUR, arrancó la construcción del centro de especialidades de la Avenida de Navarra y se remodelaron casi 60 quirófanos.

El portavoz socialista ha afirmado que el PP engaña con los Presupuestos sanitarios de 2012 y 2013 "disminuyendo los gastos cuando todos sabíamos que los gastos de los hospitales, el mantenimiento, son los que son", pero "se presupuestaron mal los gastos y los ingresos".

Mala gestión

Como ejemplo de mala gestión, Eduardo Alonso, ha mencionado la atención a la salud mental, en la que hay empresas de carácter social que cobran unos 2.000 euros por plaza de media estancia y otras perciben 3.000 euros. En larga estancia, durante 2012, el coste se situó en 2.004 euros y este año llega a 1.822, pero el coste real, ha dicho, es de 2.400 euros. Este recorte repercute en las empresas, algunas de las cuales han anunciado ERE —en el sector sanitario— y también en la calidad asistencial, ha agregado.

Alonso ha señalado que el Hospital Militar de Zaragoza también tiene cantidades pendientes de cobro desde hace un año y medio, que las clínicas de interrupción del embarazo llevan casi medio año sin cobrar y que las clínicas que concertaron un plan de actividad en 2012 tardan un año en cobrar con "la excusa" del cumplimiento de la Ley de Contratos y de los procesos administrativos.

El portavoz socialista ha añadido que las farmacias han pasado de cobrar con 20 días de retraso a tres o cuatro meses, lo que ha llevado a la institución colegial en la que están agrupadas a firmar un convenio con Ibercaja para resolver las tensiones de tesorería que soportan estos negocios. Ha afirmado que además se está haciendo un "mal uso" de las instalaciones públicas sanitarias.

Eduardo Alonso ha expuesto que una operación de cataratas en un centro público tiene un coste de 272 euros más los gastos de quirófano, limpieza y material, y en la sanidad privada cuesta 770 euros. Ha considerado lógico concertar intervenciones con el sector privado cuando "con horarios normales" se retrasan en la pública.

Ha criticado a la gerente del SALUD, María Ángeles Alcutén, por decir —días atrás— en comisión parlamentaria que de las casi 6.000 personas en listas de espera quirúrgica derivará a la privada a casi la mitad, lo que conllevará un gasto de 2,3 millones. "Nos preocupa que quieran manejar las listas de espera" no con criterios sociales y técnico-sanitarios, sino de rentabilidad económica, ha dicho Alonso, quien ha lamentado "los colapsos" en urgencias.