El Gobierno de Cantabria ha invertido, con cargo a la convocatoria de 2012 de subvenciones en el ámbito de las escuelas taller y talleres de empleo, un total de 4,6 millones de euros en la formación teórico-práctica de 438 desempleados, con la finalidad de mejorar de sus conocimientos y capacitaciones profesionales, de cara a su inserción en el mercado de trabajo.

La consejera de Economía, Hacienda y Empleo, Cristina Mazas, ha resaltado que el programa de escuelas taller y talleres de empleo "se ha consolidado como una eficaz medida de inserción en el mercado de trabajo", a través de la propuesta que realiza el Gobierno de Cantabria, tendente a "la cualificación y profesionalización de jóvenes desempleados, menores de veinticinco años, mediante la formación en alternancia con el trabajo y la práctica profesional".

Mazas ha enfatizado en la importancia que tiene esta iniciativa del Servicio Cántabro de Empleo, "dirigida a las personas con una mayor dificultad para encontrar, dada su formación, un puesto de trabajo".

Y, por ello, ha explicado, el Gobierno de Cantabria, "consciente de la existencia de este problema, en una determinada parte de la población, asume este esfuerzo para dotarles de unas herramientas que les doten de un perfil atractivo para llamar la atención de aquellas empresas que, en determinado sector, ofrecen un puesto de trabajo".

Mazas ha añadido que "es muy importante acertar en el diseño de los cursos que se imparten en estos centros de formación, eligiendo materias atractivas, relacionadas con los sectores más pujantes de hoy en día y que permitan, algo muy importante en nuestra consideración, asumir, por parte de los alumnos que lo deseen, el autoempleo al llegar a final de su formación".

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Proyectos de formación para 438 ALUMNOS

Las cifras del resumen de la ejecución de los proyectos derivados del programa de subvenciones en 2012 para la cualificación y profesionalización de jóvenes desempleados menores de veinticinco años, mediante la formación en alternancia con el trabajo y la práctica profesional, dan como resultado la realización de 32 proyectos formativos (4 escuelas taller y 28 talleres de empleo); 438 alumnos (94 de las escuelas taller y 344 de los talleres de empleo) y una inversión total de 4,6 millones de euros (3,3 millones de euros en los talleres de empleo y 1,3 millones de euros en las escuelas taller).

Esta formación se ha impartido en los ayuntamientos de El Astillero, Torrelavega, Santander, Reocín, Castro Urdiales, Cabezón de la Sal, Reinosa, Medio Cudeyo, Santillana del Mar, Los Corrales de Buelna, Valdeolea, Polanco, Piélagos, Camargo, Suances, Laredo, Comillas, Santoña y Colindres, junto con las mancomunidades de Altamira los Valles, Valles de San Vicente de la Barquera, Valles Pasiegos, Municipios Sostenibles, Alto Asón y Nansa, además de la empresa Ampros.

Respecto de las materias impartidas en estos talleres, destacan las relacionadas con la agricultura y la jardinería (viveros, horticultura, floricultura, restauraciones paisajísticas, repoblaciones forestales); la vertiente técnica industrial (soldadura metálica, tratamiento fibra de vidrio, mantenimiento de instalaciones eléctricas y solares); las nuevas tecnologías (mantenimiento de sistemas de radiocomunicaciones, instalación de equipos y sistemas informáticos, páginas Web y modelado 3D); la atención sociosanitaria a personas en domicilio; la promoción turística (información al visitante, gestor de iniciativas turísticas sostenibles),etc.

Escuelas taller y talleres de empleo

Las escuelas taller se configuran como un programa mixto de empleo y formación que tiene como objetivo mejorar la ocupabilidad de personas jóvenes desempleadas menores de veinticinco años con la finalidad de facilitar su inserción laboral.

Son proyectos de carácter temporal en los que el aprendizaje y la cualificación se alternan con un trabajo productivo en actividades relacionadas con la recuperación o promoción del patrimonio artístico, histórico, cultural o natural; con la rehabilitación de entornos urbanos o del medio ambiente; la recuperación o creación de infraestructuras públicas, así como con cualquier otra actividad de utilidad pública o social que permita la inserción a través de la profesionalización y adquisición de experiencia de los participantes.

Los proyectos de escuelas taller constan de una primera etapa de carácter formativo de iniciación y otra de formación en alternancia con el trabajo y la práctica profesional. La duración de ambas etapas no será inferior a un año ni superior a dos, dividida en fases de seis meses.

Los talleres de empleo se configuran como un programa mixto de empleo y formación que tiene por objeto mejorar la ocupabilidad de las personas desempleadas de veinticinco o más años, facilitando así su posterior integración en el mercado de trabajo.

Los talleres de empleo son proyectos de carácter temporal en los que el aprendizaje y la cualificación se alternan con un trabajo productivo en actividades de interés público o social que permitan la inserción a través de la profesionalización y adquisición de experiencia de los participantes.

Los proyectos tienen una duración mínima de seis meses y máxima de un año, dividida en fases de seis meses de formación en alternancia con el trabajo y la práctica profesional.

Una vez transcurrido el plazo de duración previsto en la correspondiente resolución aprobatoria se entenderá finalizado el proyecto de taller de empleo.

Durante el tiempo del taller de empleo las alumnas y los alumnos trabajadores participantes en el programa son contratados por las entidades promotoras mediante la modalidad contractual más adecuada de acuerdo con la normativa vigente, la del contrato para la formación y el aprendizaje.

Las obras o servicios de utilidad pública o de interés social que se desarrollan en las escuelas taller y talleres de empleo, deben posibilitar a los alumnos la realización de un trabajo efectivo que, junto con la formación profesional para el empleo recibida, que estará relacionada directamente con dicho trabajo, procure su cualificación profesional y favorezca su inserción laboral.

El uso o destino del servicio u obra a realizar por los alumnos trabajadores, una vez terminado el proyecto de escuela taller o taller de empleo, deberá ser de uso público por un plazo no inferior a veinticinco años.

La programación de las escuelas taller y talleres de empleo se integra, en la medida de lo posible y conforme a los itinerarios de inserción profesional que se definan, en planes integrales de empleo que den respuesta a las demandas del mercado de trabajo y sean capaces de activar el desarrollo de las comarcas, generar riqueza y, consecuentemente, puestos de trabajo.