La procesión del Santo Entierro reunirá este viernes a 14 pasos que contarán la segunda parte de la Pasión de Cristo

La Cofradía de la Santa Vera Cruz organizará este viernes en Bilbao la procesión del Santo Entierro, en la que 14 pasos contarán la segunda parte de la Pasión de Cristo. Ésta es la procesión más importante de la capital vizcaína en cuanto se refiere la asistencia de público y a la calidad de las imágenes que procesionan, tanto desde un punto de vista histórico como artístico.
Semana Santa bilbaína
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EUROPA PRESS
Semana Santa bilbaína

La Cofradía de la Santa Vera Cruz organizará este viernes en Bilbao la procesión del Santo Entierro, en la que 14 pasos contarán la segunda parte de la Pasión de Cristo. Ésta es la procesión más importante de la capital vizcaína en cuanto se refiere la asistencia de público y a la calidad de las imágenes que procesionan, tanto desde un punto de vista histórico como artístico.

A partir de las siete y cuarto de la tarde, los pasos partirán de la Parroquia de los Santos Juanes para pasar por La Cruz, Portal de Zamudio, Tendería, Carrera de Santiago, Plaza de Santiago, Bidebarrieta, Arenal, Navarra, Plaza Circular, Gran Vía y Plaza Moyúa.

Según ha informado la Hermandad de Cofradías Penitenciales de Bilbao, la de Viernes Santo es la segunda de las dos procesiones generales y continúa el relato de la Pasión iniciado el Jueves Santo, con obras de "incalculable" valor artístico, portadas por más de 1.000 penitentes, que hacen que Bilbao mantenga su Semana Santa entre una de las más destacadas del Norte de la Península.

De entre ellos, destacan siempre dos composiciones escultóricas: el Ecce-Homo (Ricardo Iñurria, 1944), de gran nivel como paso de misterio, por su sentido de la proporción y la disposición y expresividad de las imágenes y la Piedad de Juan Pascual de Mena (1756), la joya de la Semana Santa Bilbaína como grupo escultórico.

Capirotes de más de un metro

Abre la procesión el Ecce-Homo, empujado por los portadores de la Cofradía de la Pasión, propietaria del paso. Esta cofradía se distingue por el gran número de niños que la conforman y por su capirote alto, de más de 1 metro en terciopelo, con hábito negro de botonadura roja y esclavina granate.

En segundo lugar sale el paso de Santa María Magdalena, portada por la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, obra de Lourdes Hernández. Procesiona junto a la titular de la Cofradía, la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, cuya salida estatutaria tiene lugar el Lunes Santo, lo que siempre hace entre un gran fervor popular por los barrios más deprimidos de Bilbao, las calles Cortes y San Francisco. Es obra de Federico Coullaut-Valera, del año 1947, y es réplica de la titular de Medinaceli que recibe culto en Madrid.

A continuación saldrá la Cofradía del Apóstol Santiago, una de las más vitales y numerosas de la Villa, que portará dos pasos, uno de su propiedad, el Cristo del Perdón (anónimo, s. XVII), y otro que es una "gran obra maestra", Jesús con la Cruz a Cuestas (Raimundo Capuz, 1705). Este paso es propiedad de la Cofradía de la Vera Cruz, como la mayoría de los bilbaínos, quien lo cede para ser portado por esta cofradía.

Además, procesionará el paso del Encuentro (1955), de medidas superiores a las habituales y de corte modernista, realizado por Tomás Parés, propiedad de la Cofradía de la Madre de Dios de las Escuelas Pías, que lo porta. Llevan hábito con sotana crema y remates, botonadura y capirote granate.

Paso de las tres cruces

A continuación, seguirá el paso de mayores dimensiones de la Semana Santa Bilbaína, también propiedad de la Cofradía de la Vera Cruz, conocido popularmente como el paso de Las Tres Cruces (1945), aunque algunos le denominan el de La Lanzada. Destacan las caras de las imágenes, obra del extraordinario imaginero Quintín de Torre, que realizó varios pasos para la Semana Santa Bilbaína.

Después, portado por los propios cofrades de la Santa Vera Cruz procesionará el Cristo de la Villa (Juan de Mesa, 1590). Este título lo recibió la imagen del consistorio bilbaíno. Se trata de un Crucificado de pequeñas dimensiones pero de "gran valor artístico y cultural". Es tradicional que lo adornen con flores rojas y blancas.

Por primera vez saldrá a las calles de Bilbao el paso de misterio del Santo Cristo de la Humildad, (2002), obra de Enrique Ruiz Flores con las seis imágenes que integran el misterio completo.

Se llama "paso de misterio" al que representa una escena de la pasión y está formado por varias imágenes independientes, a diferencia de las imágenes individuales (como el Nazareno o la Soledad) y también de los grupos escultóricos inseparables (como la Piedad).

CALVARIO

Este paso representa los momentos de oración de Jesús en el Calvario, inmediatamente antes de ser crucificado. Está integrado por las imágenes del Santo Cristo de la Humildad (2002), Nuestra Señora de la Caridad (2003), San Juan Evangelista (2011), un legionario romano que ofrece a Jesús una bebida para aliviar el suplicio (2012). Las dos últimas, que han llegado este año 2013, son un sayón que, arrodillado, prepara la Cruz para la Crucifixión, y un niño que, sosteniendo la túnica de Cristo y los dados con los que los soldados romanos se la echaron a suertes, contempla la escena.

También estrena las andas sobre las que van las imágenes, si bien están aún sin tallar, por lo que deben ser enviadas a Córdoba al terminar la Semana Santa para que su autor, el tallista Oscar Soria, proceda a iniciar el "bello tallado que caracteriza su arte" y que pude contemplarse en las andas de los pasos del Santo Cristo de la Humildad y de Nuestra Señora de la Caridad, portados en la tarde del Domingo de Ramos en la Procesión de la Caridad por el barrio de Begoña.

La Hermandad de Begoña retomó hace más de una década la costumbre bilbaína de llevar los pasos a hombros, que se había perdido, y se está consiguiendo recuperarla, en que participan cargadores y cargadoras, y al que este año se ha unido la Cofradía de la Santa Eucaristía al portar el Sábado de Pasión el Jesús atado a la columna.

El paso se ha financiado exclusivamente con donativos particulares, lo que garantiza que el incremento del patrimonio de la cofradía nunca haga peligrar el resto de las actividades que organiza.

El descendimiento

El cortejo procesional continuará con el Descendimiento, otra composición de Quintín de Torre (1926), en la que destaca la fuerza expresiva de las imágenes que lo integran.

La procesión va cerrándose con la imagen de Nuestra Señora de la Piedad (1756). Para muchos, esta obra de Juan Pascual de Mena es la obra más importante de la Semana Santa Bilbaína. Realmente, la composición de Cristo con su Santísima Madre se hizo para altar, pero el trabajo de unos y otros ha hecho que la imagen pueda salir a la calle desde algo más de cinco décadas.

A pesar de ser propiedad de la Parroquia de San Nicolás, lo porta la Cofradía de Nuestra Señora de la Merced, que para la mayoría es la que más se ajusta a la sobriedad de la Semana Santa Bilbaína. Visten con capirote bajo de unos 40 centímetros y color azul celeste y peculiar hábito crema que se remata con el escudo de la Merced.

Cierran la procesión los pasos de San Juan (José Larrea, 1944) y de la Virgen de la Soledad (Raimundo Capuz, 1693), como es tradicional, tanto el Jueves como el Viernes Santo. Entre ambos pasos, penitentes de la Vera Cruz portan el Lignum Crucis (Talleres Granda, 1950), "joya espiritual de la Cofradía decana de las bilbaínas", astilla de la Cruz del Calvario.

Finalizará el recorrido en la Plaza Federico Moyúa, donde Don Mario Iceta, Obispo de Bilbao, dirigirá unas palabras a los cofrades de Bilbao y cantará la Salve con ellos y con el pueblo.

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