El presidente del Principado, el socialista Javier Fernández, ha elogiado este miércoles la figura del político y escritor ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos. Aunque el presidente asturiano ha admitido que, doscientos años después, no se puede leer a Jovellanos en busca de "propuestas concretas", ya que responden a su tiempo, sí que ha animado a recuperar su "actitud" y sus principios.

Fernández ha reflexionado sobre Jovellanos en su discurso en Gijón durante la presentación del libro 'Jovellanos y el otoño de las luces. Educación, economía, política y felicidad' de Vicent Llombart.

Según ha explicado Fernández en su discurso, una de las "sanas reflexiones" que la modernidad ilustrada ha dejado en herencia es que "la lejanía de lo ético y lo legal conduce a la corrosión de los pilares que sustentan las instituciones democráticas".

Lo moral y lo legal, ha dicho, están en la "misma moneda" y su disociación es fuente de muchos males públicos. "Quien invoca la legalidad para exculpar su menguada talla ética en sus responsabilidades públicas no debe ser acreedor de la confianza de sus conciudadanos", ha comentado Javier Fernández.

"La mentira y la impostura, el derroche, el aprovechamiento tramposo de los recursos públicos pueden escapar de la sanción legal, pero nunca deberían huir de la condena social, que es castigo político", ha concluido, recordando que Jovellanos escribió, en su retiro carcelario de Bellver, que sin integridad moral "toda riqueza es escasa, todo poder es débil".