El ADN el primer bebé exhumado en la provincia no coincide con el de los familiares

El ADN de los restos del primer bebé exhumado en el cementerio de Alicante por un presunto caso de bebé robado no coincide con el de los familiares, según ha explicado María José Picó, hermana melliza de la recién nacida.
Operarios Durante La Exhumación
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EUROPA PRESS
Operarios Durante La Exhumación

El ADN de los restos del primer bebé exhumado en el cementerio de Alicante por un presunto caso de bebé robado no coincide con el de los familiares, según ha explicado María José Picó, hermana melliza de la recién nacida.

El nacimiento de las dos hermanas se produjo en marzo de 1962 en el Hospital General de Alicante, pero a las 48 horas del alumbramiento, según ha recordado María José Picó, a su madre le dijeron que una de sus hijas estaba enferma y a las cuatro horas le dijeron que había fallecido. La madre sin embargo no llegó a ver el cuerpo sin vida de su hija.

Cuando Antonio Picó fue a ver a su esposa al hospital, le dijeron que su hija "estaba muerta, que buscara una caja de madera, que no fuese funeraria y que tenía que ser todo muy rápido porque el cementerio cerraba a las cinco, con lo cual fue enterrada a las 14 horas de haber fallecido y nunca se vio el cuerpo sin vida del bebé porque le devolvieron la cajita sellada".

El padre de las mellizas se marchó "solo, en taxi, con la cajita encima de las rodillas" al Cementerio de Alicante, adonde le habían enviado junto con un papel para que fuera enterrado "obligatoriamente en la fosa común", pese a que ellos eran de Elche (Alicante).

Recogida de restos

Cincuenta años después, la hermana melliza y el padre denunciaron lo ocurrido ante Fiscalía como un presunto caso de bebé robado. En enero de 2012 el fiscal de Menores de Alicante ordenó, por primera vez en la provincia de Alicante, abrir la fosa común para recuperar y analizar los restos de la pequeña.

Los trabajos, que se prolongaron durante más de cinco horas en el Cementerio de Alicante, permitieron encontrar la citada caja de madera y huesos de un neonato —principalmente la bóveda del cráneo y medios superiores e inferiors— cuyo ADN, una vez analizado, ha confirmado que no corresponden a ningún familiar de los denunciantes.

Búsqueda de respuestas

"Sí había incertidumbre y un recuerdo a ese pasado, y te preguntas: por qué no destapé esa cajita", ha dicho María José Picó, quien ha recordado que, al ver otros casos, empezaron a "investigar" y descubrieron que en el hospital "no hay constancia" de que su madre hubiera estado allí.

Además, en el registro civil "sólo está la partida de nacimiento" de María José y no la de su hermana, pero además "está incompleta y en el literal, que son los datos del nacimiento, tampoco están". En la licencia de enterramiento, donde debería estar el nombre del facultativo que toma la decisión aparece el nombre del padre.

Una vez conocido el resultado de las pruebas de ADN, ahora la Fiscalía deberá corroborar si todo el proceso de extracción de los restos se hizo correctamente, tal y como defienden los denunciantes, y decidir si da traslado del caso al juez, para que investigue las circunstancias que rodearon el parto y fallecimiento de la pequeña.

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