El coordinador de Aralar en Gipuzkoa, Ernesto Merino, ha denunciado que Bidegi "sólo ha funcionado bien como chiringuito del PNV porque su gestión ha sido un despropósito".

En una rueda de prensa en San Sebastián, Merino, acompañado de la portavoz de Aralar en las Juntas de Gipuzkoa, Maite Sarasua, y de la secretaria de organización del partido y parlamentaria EH Bildu Rebeka Ubera, ha denunciado que "la gestión de Bidegi ha dejado mucho que desear, y ha sido un absoluto despropósito que ha endeudado a la principal institución de Gipuzkoa", algo que "condiciona el futuro de los habitantes del territorio".

Merino ha censurado que el PNV ha impulsado en Gipuzkoa "una política de desarrollismo y endeudamiento que lo único que ha conllevado han sido beneficios para las constructoras".

En este sentido, ha lamentado que mientras el endeudamiento de Bidegi asciende a "900 millones de euros, el tráfico desciende año tras año" y "a corto-medio plazo es probable que Bidegi no pueda hacer frente a su deuda, lo cual obligará a la Diputación a tomar medidas que prevengan esta situación".

El dirigente de Aralar ha explicado que es en este contexto en el que se enmarca la decisión del Gobierno foral guipuzcoano de Bildu de "recuperar parte de la encomienda que tenía con Bidegi o la de rescindir los contratos de los directores, contratos cuyo blindaje, además de injustificable e intolerable, es una prueba más del chiringuito en el que convirtieron a Bidegi".

A su juicio, "hay que seguir reestructurando el trabajo y las funciones de Bidegi y que hay que abrir una reflexión seria sobre su futuro, incluyendo una reflexión sobre su posible desaparición a largo plazo, cuando se busque una salida al problema de la deuda". Finalmente, ha defendido que "ya es hora de poner punto y final a la época de los chiringuitos".