El Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra ha señalado que la figura del Defensor del Pueblo cuenta "con el máximo de sus respetos, a nivel personal e institucional", negando rotundamente las acusaciones vertidas hoy por el PP, a través de las cuales afirma que el Gobierno municipal no atiende ni hace caso a esta Institución Pública.

El Consistorio alcalareño explica que "desde el pasado 15 de febrero al 15 de marzo se han recibido seis comunicaciones de la Oficina del Defensor del Pueblo que son muestra de la colaboración que existe entre ambas instituciones". "De hecho", han añadido, "una de las mismas es una carta de agradecimiento formal por la colaboración del Ayuntamiento".

La portavoz del Equipo de Gobierno, María José Borge, detalla que "otro de los documentos mencionados es la paralización de una queja por la tramitación completa del expediente, así como dos solicitudes de informes de tramitación, además de una admisión a trámite de una queja y un informe de otra que también ya se contestó".

En este sentido, el Equipo de Gobierno municipal asegura que "se da respuesta a los escritos y peticiones que llegan al Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra de parte del Defensor del Pueblo", con un procedimiento que pasa, en primer lugar, por el Registro y a continuación se tramita al departamento municipal que tiene las competencias para darle una respuesta de la forma más inmediata que sea posible.

Sin embargo, ciertamente "es un proceso burocrático que puede tardar más tiempo del que se desea y, en este sentido, se enclava la carta del 18 de marzo a la que hace mención el PP, que se utiliza como texto fijo de oficio, como toque de atención a las necesidades más inmediatas que tienen los ciudadanos, y que sirve de herramienta en un estado de democrático y de derecho como el nuestro".

"Por supuesto", ha resaltado, "contestaremos a la misma, que intentamos agilizar los trámites, pero no se puede hablar de que se ignore a una institución pública como dice el PP".

La portavoz advierte que "el PP de Alcalá va lanzando dardos envenenados con el objetivo de manchar la imagen de Alcalá porque no tiene responsabilidad de gobierno, pero se le olvida que ésta también es su ciudad, y que la labor que tiene encomendada por los ciudadanos es un trabajo de oposición constructiva y no una guerra abierta en la que el respeto a los ciudadanos es usado de efecto colateral. No todo vale en política".