La "luminosa ferocidad" del sexo en las fotos de Diana Michener

  • La artista estadounidense expone en París "Figure Studies".
  • Es una colección de imágenes sobre las relaciones sexuales como condensación del placer, el deseo, la oscuridad y la muerte.
  • "Me conmueve la ferocidad del cuerpo humano", dice la fotógrafa.
Foto de Diane Michener en la exposición "Figure Studies"
Foto de Diane Michener en la exposición "Figure Studies"
© Diana Michener
Foto de Diane Michener en la exposición "Figure Studies"

"Quiero ver cosas que muchos nunca verían y me gustan las imágenes que otros nunca serían capaces de ver, pero no lo hago para escandalizar ni ofender, sólo para iluminar. Deseo iluminar la condición humana, su misterio y belleza". Así justifica la fotógrafa Diana Michener (Boston - EE UU, 1940) el carácter explícito, casi lindante con el porno hardcore, de sus obras sobre relaciones sexuales. "Me conmueve la ferocidad del cuerpo humano", añade.

La artista expone en París Figure Studies (Estudios del cuerpo), una serie de fotos con referencia al arte clásico en el título pero que muestran relaciones sexuales. La colección, en la Maison Européenne de la Photographie hasta el 7 de abril, pretende mostrar como el juego sexual es una danza que, además de las posibles relaciones de amor o cariño involucradas, también es un ritual que condensa el placer, el deseo, la oscuridad y la muerte.

"La oscuridad más profunda"

Para presentar la colección con una primera llamada a la provocación, la fotógrafa elige como lema una cita de Edmund Burke, político del siglo XVIII y padre del conservadurismo liberal británico: "En la oscuridad más profunda es imposible saber cuál es nuestro nivel de seguridad y el de los objetos que nos rodean". La máxima sobre la incertidumbre, pronunciada por un acérrimo enemigo de todos los ideales de la Revolución Francesa, incluso de los estéticos (el arte al servicio del pueblo), puede aplicarse a la obra de Michener, una fotógrafa que nunca da por sentada como inmutable ninguna verdad.

Las parejas que hacen el amor en las imágenes de gran formato y en blanco y negro están teñidas de violencia, parecen pelear por la vida y aceptar el porcentaje de dolor y placer que lleva consigo el sexo apasionado. "Creo que mi trabajo está obligado a preguntarse por qué encuentro tanto encanto en la increíble capacidad de supervivencia del cuerpo humano", dice Michener.

Deliberadamente ambiguas

Las fotos que se exponen en París, tomadas durante la última década, son claramente figurativas y dejan ver, en ocasiones, elementos considerados incorrectos en los ambientes de la fotografía artística (penetraciones, penes en erección...), pero están situadas justo en el borde la abstracción y son deliberadamente ambiguas mediante el uso intencionado del desenfoque, el grano y el movimiento para evocar la ansiedad y la amenaza que también forman parte del éxtasis sexual.

"Las fotos de Michener están teñidas de una cierta violencia y se puede decir que exploran el lado oscuro del amor, porque estas parejas que se aman parecen estar a punto de morir, sumergidas bajo el agua o flotando en el espacio", matizan desde el museo.

Cabezas de ganado, fetos, autopsias...

Alumna de un par de maestros del esteticismo, Ansel Adams y Lisette Model, Michener se ha especializado en el trabajo de temáticas difíciles y ha desarrollado un estilo etéreo y que transmite inquietud. Ha firmado series sobre cabezas mutiladas de ganado en un matadero (Heads, 1985), fetos humanos en jarros de formol (Foetus, 1987), o cuerpos durante autopsias (Corpus, 1993). Uno de sus fotoensayos más celebrados es Dogs, Fires, Me (2004), donde contrapone autorretratos, imágenes de perros e incendios con un alto y tenso sentido poético.

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