Cuatro personas han  sido detenidas este jueves en La Haya después de que una de ellas lanzase una botella vacía a la comitiva de vehículos en la que viajaba el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, quien realiza una visita oficial a Holanda.

El incidente se produjo cuando el convoy del mandatario turco pasaba frente al Senado, en el Binnenhof, el complejo donde se encuentra la sede del Gobierno y otros edificios oficiales, según informó la agencia de noticias holandesa ANP.

La policía procedió a arrestar inmediatamente a la persona que lanzó la botella vacía, así como a sus tres acompañantes, que portaban una bandera kurda.

La visita de Erdogan a Holanda ha estado marcada por la petición este jueves del líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, Abdullah Öcalan, a sus seguidores de que abandonen la lucha armada, un anuncio que el mandatario turco valoró positivamente.

Con motivo de la estancia de Erdogan, quien se reunió con la reina Beatriz y el primer ministro holandés, Mark Rutte, manifestantes prokurdos o contrarios a las políticas del Gobierno de Turquía —en especial las que tienen que ver con la libertad de prensa— han protestado en las calles de La Haya o de Rotterdam.

También se celebraron concentraciones de inmigrantes turcos en apoyo de la petición realizada por Ankara en febrero para "recuperar" a un niño que fue entregado al cuidado de una pareja lesbiana en Holanda después de que su madre turca perdiera la custodia.

Yunus, como se llama el menor, hoy de nueve años, fue entregado a su familia de acogida cuando era un bebé, al sospechar las autoridades holandesas que había sido víctima de malos tratos.

Tras reunirse con el primer ministro holandés, Erdogan ha dicho este jueves en rueda de prensa que la orientación sexual de la familia de acogida "va contra los valores religiosos y las normas" del islam en Turquía, y ha solicitado a las autoridades holandesas que los dos países traten el asunto a nivel ministerial.

Rutte, por su parte, ha rechazado esa posibilidad y ha recordado que un tribunal ya se ha pronunciado sobre la custodia del niño.

Rutte ha añadido que, a la hora de entregar a un menor a una familia de acogida, "siempre se comprueba si encaja con los antecedentes del menor". "Pero si eso falla, se mira por el interés del niño y no se hace distinción de credo u orientación sexual", ha concluido.