La Dirección Territorial del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) de Ceuta ha anunciado que ha dado la orden de colocar una destructora de papel en cada consulta médica pública de la Ciudad Autónoma para evitar que vuelvan a aparecer documentos sanitarios en la basura y ha reconocido que "no cabe duda de que no se han tomado las medidas de protección de datos suficientes" hasta ahora.

En un comunicado de prensa emitido con la intención de "tranquilizar a la ciudadanía", la Administración sanitaria ha ratificado la información publicada este jueves por el periódico 'El Pueblo de Ceuta' sobre la existencia de documentación sanitaria tirada en un solar cercano al perímetro fronterizo de la ciudad, aunque ha tratado de rebajar su trascendencia al recordar que el Área Sanitaria está "informatizada" y que por lo tanto debe tratarse de "volantes de citas, pruebas complementarias o información que el facultativo en cuestión decidiera imprimir".

Según el diario local, en las bolsas de basura han aparecido documentos "del mes en curso, con los nombres completos, fecha de nacimiento y números de historial clínico" que solamente habían sido partidos por la mitad y en los que figuran informes "como el de una embarazada con un problema de seguimiento de cáncer de cérvix".

La Dirección Territorial ha decidido abrir una investigación al respecto porque "no cabe duda de que no se han tomado las medidas de protección de datos suficientes al no completar la destrucción total de los escritos hallados a pesar de que todos los centros cuentan con al menos una destructora de papel".

Para terminar, la Administración sanitaria ha "lamentado el perjuicio ocasionado por este error", ante el que ha garantizado que se han dado "las instrucciones pertinentes para que no vuelva a producirse".