El líder del grupo armado PKK, Abdullah Öcalan, pide a sus seguidores dejar las armas

  • El encarcelado líder del grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán pidió este jueves a sus seguidores que opten por los cauces democráticos.
  • "Hoy es el inicio de un nuevo tiempo en el que comienzan los derechos democráticos, la libertad y la igualdad. Las armas deben de callar", ha subrayado.
  • El PKK se levantó en armas en 1984 para luchar por los derechos de más de 12 millones de kurdos y, desde entonces, han muerto 45.000 personas.

El encarcelado líder del grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdullah Öcalan, pidió este jueves a sus seguidores que abandonen las armas y opten por los cauces democráticos.

En su mensaje, leído ante cientos de miles de personas en Diyarbakir, la capital oficiosa del kurdistán turco, por dos diputados del prokurdo Partido de la Paz y la Democracia (BDP), Öcalan afirmó: "Dejad las armas y marchaos fuera de las fronteras (de Turquía)".

"Hoy es el inicio de un nuevo tiempo. Un tiempo en el que comienzan los derechos democráticos, la libertad y la igualdad. Las armas deben de callar", subrayó Öcalan en su mensaje.

"El derramamiento de sangre turca y kurda se detendrá. No serán las armas sino la política la que hable", recalcó. "Este no es un tiempo de guerra y lucha, sino de alianzas y compromisos", afirmó.

Öcalan, de 63 años, fundador y líder indiscutible del PKK, ha sondeado en las últimas semanas con los servicios secretos turcos las condiciones para un proceso de paz con el Estado turco.

El primer ministro turco, el islamista moderado Recep Tayyip Erdogan, dio garantías semanas atrás de que el Ejército no atacaría a los milicianos durante un posible repliegue al norte de Irak, donde el PKK tiene su retaguardia.

El anunció de Öcalan se produce después de que el año 2012 fuera el más sangriento desde principios de siglo, con 140 soldados y policías, así como más de 500 guerrilleros muertos en enfrentamientos en el sureste de Turquía.

Los contactos entre Öcalan y los servicios de inteligencia turcos fueron confirmados hace semanas y ambas partes han señalado que se han producido "avances positivos".

En septiembre de 2011, unas negociaciones secretas entre el hoy jefe de los servicios secretos turcos, Hakan Fidan, y delegados del PKK en Oslo fueron filtradas al público y suspendidas.

Tras estos fiascos, Erdogan adoptó un discurso duro, incluso insinuando que Öcalan debería haber sido ejecutado, aunque a la vez introdujo reformas históricas como la enseñanza optativa del kurdo en algunos colegios públicos y el uso de "lenguas maternas", incluyendo el kurdo, en los Tribunales.

El PKK se levantó en armas en 1984 para reclamar los derechos de los más de 12 millones de kurdos que habitan en Turquía y, desde entonces, unas 45.000 personas han muerto en los enfrentamientos entre los milicianos kurdos y las fuerzas de seguridad turcas.

"Lo más importantes es cómo se ejecute"

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, acogió el anuncio con optimismo y consideró desde La Haya "positiva" la petición del líder de la guerrilla kurda.

"Creo que es un enfoque muy positivo y una llamada muy positiva. Pero lo más importante es el alcance que tenga y cómo se ejecute", indicó el primer ministro turco tras reunirse con la reina Beatriz y el primer ministro holandés, Mark Rutte, con motivo de una visita oficial al país.

Para Erdogan, es "muy importante" que se respete el alto el fuego, ya que, "una vez que ocurra, todo el clima en Turquía y en la región cambiará. Lo creo muy sinceramente", apostilló.

En esa línea, afirmó que si las personas "implicadas en el conflicto armado salieran del país, eso también traería la calma".

También señaló que ese escenario "significaría que ya no tendían que actuar los operativos turcos de seguridad". "La implementación del alto el fuego es de suprema importancia", enfatizó.

Los kurdos aplauden el mensaje

La notica también fue aplaudida por el millón de kurdos que ha congregado este jueves en la explanada en las afueras de Diyarbakir, la mayor ciudad del sureste de Turquía, para escuchar en directo el mensaje de paz del fundador de la guerrilla kurda.

Y es la foto de Öcalan la que preside todos los carteles este día del Newroz, la tradicional fiesta kurda que marca el equinoccio de primavera.

Desde la tribuna oficial del Partido Paz y Democracia (BDP), donde se ha congregado la plana mayor del activismo kurdo, hasta los confines de la explanada, la imagen del guerrillero se ha alternado con las banderas de rojo, amarillo y verde, los colores kurdos.

También es la frase que corean todos: "Biji Serok Apo" ("Nuestro líder es Apo", el nombre de guerra de Öcalan), en un claro mensaje de que el fundador del Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), el que inició la lucha armada en 1984, también debe ser quien le pone fin.

El mensaje, una carta de cinco folios enviada desde la cárcel donde Öcalan cumple cadena perpetua desde 1999, se ha recibido con aplausos y gritos.

No ofrece una hoja de ruta, no marca fechas, pero sella definitivamente la voluntad de dejar atrás la lucha armada, de reemplazar las armas por la política y el ámbito del Parlamento, frases que se ven interrumpidas por aplausos interminables.

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