El Pleno del Ayuntamiento de Palma ha aprobado este jueves, con los votos a favor del PP, la creación de la comisión de control presupuestario, una propuesta que incluye que la comisión se convocará a instancias de la oposición y cuya presidencia podrá recaer en cualquier grupo municipal, aunque tendrá preferencia el que cuente con un mayor número de regidores.

El portavoz del equipo de Gobierno municipal, Julio Martínez, ha defendido en el Pleno que esta propuesta, "recogida en el programa electoral del PP", otorga un instrumento a la oposición para controlar la ejecución del presupuesto y aplicar la política de "no gastar más de lo que se ingresa".

Martínez ha detallado que, a pesar de que el grupo mayoritario "tendrá preferencia", si el PSIB renuncia o no solicita su constitución, el resto de partidos de la oposición también podrán reclamar la convocatoria de esta comisión, en aras de "no recortar derechos a otros grupos".

"Esta propuesta redactada así es una auténtica barbaridad, no tiene sentido", ha criticado el regidor del PSIB, Andreu Alcover, que ha opinado que la estabilidad presupuestaria no puede ser el objetivo de la comisión, ya que "si se cierra la EMT, se consigue la estabilidad".

Alcover ha reclamado que esta comisión sirva para conseguir crecimiento y puestos de trabajo y ha acusado al equipo de Gobierno municipal de intentar "hacer cómplice a la oposición de las políticas de austeridad".

El portavoz del grupo municipal MÉS per Palma ha criticado que lo que propone el PP es crear una subcomisión de la comisión, en la que las políticas sociales y los derechos se sacrificarán por la estabilidad presupuestaria, "y esto es lo que ofrece presidir a la oposición", ha reprobado.