La Policía Nacional ha detenido en Jaén a un joven y su pareja, menor de edad, acusados de extorsión, robo, coacciones y venta de droga a menores. El detenido actuaba presuntamente con métodos "mafiosos", vendiendo marihuana a los menores, imponiendo "multas", obligándoles a entregarle videoconsolas y joyas bajo amenazas y coacciones.

En un comunicado, la Policía explica que supuestamente llegó a seducir a dos de sus víctimas, ambos menores, para entrar en el "negocio de la venta de sustancias estupefacientes". Para ello, "se servía de las relaciones que tenía su pareja menor con sus compañeros de colegio". De hecho, en su domicilio se han intervenido diferentes plantas de marihuana, así como sustancia preparada para su venta y una balanza de precisión.

Asimismo, el ahora detenido "creaba un falso vínculo de amistad con sus víctimas". Dos de ellas fueron presuntamente seducidas por él para que "invirtieran dinero en una plantación doméstica de marihuana". Para ello, "les solicitó la entrega de 500 euros en total, para así ser partícipes y socios del negocio".

Pasado el tiempo, los dos menores le manifestaron al parecer que "deseaban dejarlo y que querían recuperar su dinero, a lo que el detenido no solo no accedió, sino que les exigió 300 euros, obligándoles a realizar diferentes empeños en un establecimiento de compra-venta de objetos, todo ello bajo amenazas dirigidas a su integridad física".

Por otra parte, cuando la menor detenida manifestaba a su pareja que estaba siendo "víctima de comentarios y bromas por parte de diferentes compañeras de colegio, el detenido les imponía multas de diferentes cantidades de dinero, obligándoles al pago del mismo mediante amenazas".

"código de conducta"

Además, el detenido había establecido un "código de conducta" en el que presuntamente se instaba a que "las agresiones a las víctimas debían de realizarse por parte de personas del mismo sexo". De esta forma, "fijaba fecha, hora y lugar donde las víctimas tendrían que realizar los pagos —unos cien euros— como imposición de multas por haber gastado bromas a su pareja".

Al parecer, la detenida era la que "trasmitía las órdenes que daba el detenido y, en el caso de no hacer frente al pago en los plazos fijados, se procedería a enviar a alguien para partirle las piernas". Una vez se imponía la "multa", las víctimas eran "amenazadas con que en el caso de que ocurriese otro hecho similar con su pareja, la cantidad sería doblada". "Aplazaba el pago de las multas, en el caso de que la supuesta ofensora manifestara perdón y arrepentimiento".

"miedo extremo"

Las víctimas sufrieron "miedo extremo a los ahora detenidos", pues "la mera presencia del imputado en los alrededores del colegio, donde acudía acompañado por un perro de raza peligrosa y perfectamente entrenado para el ataque, les generaba estrés y ansiedad, temiendo por su integridad física y las de sus parejas".

Los investigadores de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) se hicieron cargo de las investigaciones, consiguiendo identificar y detener a los presuntos culpables, a los que se les imputan la presunta comisión de sendos delitos contra la salud pública, extorsión, robo con intimidación y coacciones, siendo puesto el detenido a disposición de la Autoridad Judicial y la menor a disposición de la Fiscalía de Menores.