Un limbo legal permitió a Diviertt contar con un equipo médico mínimo en el Madrid Arena

  • Ninguna normativa establece que el organizador o el recinto tuvieran que disponer de medios sanitarios avanzados.
  • En el Madrid Arena no había desfibriladores. Viñals asegura que él si los tenía, pero los técnicos del Samur no los vieron.
  • El jefe del Samur reitera que no fueron avisados de la macrofiesta y que Viñals dejó de reanimar a las víctimas demasiado pronto.
  • Cronología de los hechos | Quién es quién.
Alfonso del Álamo, director general de Emergencias y Protección Civil del Ayuntamiento de Madrid, entra en el juzgado para declarar por el caso Madrid Arena.
Alfonso del Álamo, director general de Emergencias y Protección Civil del Ayuntamiento de Madrid, entra en el juzgado para declarar por el caso Madrid Arena.
Zipi / EFE
Alfonso del Álamo, director general de Emergencias y Protección Civil del Ayuntamiento de Madrid, entra en el juzgado para declarar por el caso Madrid Arena.

Isabel de la Fuente está convencida de que su hija Cristina no habría muerto en el Madrid Arena de no ser por la "avaricia" de los empresarios de la empresa organizadora de la fiesta de Halloween y por la "desidia" administrativa de las autoridades madrileñas.

Este martes, ante el juez que investiga el caso, el director general de Emergencias y Protección Civil del Ayuntamiento de Madrid apoyó su teoría y le dio la razón: el agujero legal en torno al pabellón municipal pudo influir en la muerte de Cristina y otras cuatro adolescentes durante el último Halloween.

Del Álamo declaró en el juzgado de Instrucción 51 de Plaza de Castilla en el proceso que se sigue contra los casi 20 imputados por la avalancha humana mortal del pasado 1 de noviembre.

El responsable de Emergencias ratificó, como ya dijo en la comisión de investigación abierta por Ana Botella, que el Samur no había sido avisado del evento, circunstancia que la ley no contempla como obligatoria. También, que la actuación del médico privado contratado por los organizadores, el exconcejal del PP Simón Viñals, fue dudosa, ya que no cumplió el protocolo de reanimar a tres de las víctimas durante, al menos, 30 minutos antes de darlas por muertas.

Pero el coordinador fue más allá e incluyó otro factor entre las posibles irregularidades: el vacío legal existente en eventos de este tipo.

A preguntas de las partes personadas, y según los abogados de las víctimas, explicó que no hay una regulación que establezca los requisitos mínimos que debía tener la enfermería del Madrid Arena. La supervisión de la misma, según del Álamo, dependía en cualquier caso de la Comunidad de Madrid en virtud de la orden 288/2010 de 28 de mayo de la Consejería de Sanidad.

Tampoco hay precepto alguno que establezca que el servicio médico de la fiesta tuviese que contar con material especializado.

En consecuencia, el Madrid Arena no disponía de desfibriladores. Viñals, cuyo equipo estaba formado por dos médicos —él mismo y su hijo, funcionario municipal y que asegura haber trabajado gratis— y dos enfermeros, aseguró durante la comisión de investigación que él si los tenía. Los técnicos del Samur que entraron aquella noche en el Madrid Arena no los vieron.

Las ambulancias contratadas por la organización tampoco gozaban de aparatos de soporte vital avanzado. Los vehículos, además, habían sido alquilados a la empresa de otro de los hijos de Viñals.

El Samur tardó cuatro minutos

Diviertt, la empresa responsable de la fiesta, se valió así del vacío legal para contratar un equipo médico privado por horas con recursos mínimos para un evento en el que llegaron a participar, al menos, 16.791 personas. Ningún responsable del Ayuntamiento, propietario del Madrid Arena, verificó si los recursos eran apropiados.

Alfonso del Álamo defendió este martes que, por contra, la actuación del Samur y de los efectivos que actuaron en el Madrid Arena fue ejemplar.

A pesar de la polémica por las formas con las que un técnico atendió las llamadas de varios amigos de las víctimas, el coordinador precisó que las ambulancias tardaron apenas cuatro minutos en llegar al recinto. Su base estaba muy cerca del pabellón multiusos.

En medio de la confusión general, y a pesar de los problemas para acceder, atendieron a dos de las chicas fuera del pabellón. En la enfermería, Del Amo aseguró ver "una camilla, dos maletines de médicos y dos cuerpos cubiertos con mantas".

Los técnicos del Samur presentes aseguraron que Viñals no había realizado el masaje cardíaco de emergencia a dos de las tres adolescentes, por lo que fueron ellos los que tuvieron que encargarse cuando, quizá, ya era demasiado tarde. Viñals dijo al declarar en la comisión de investigación, que, en contra de los procedimientos que practica el Samur, a los ocho minutos ya no había posibilidad de reanimación.

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