El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha dicho este martes que entre las prioridades que reclama España para un acuerdo sobre la reforma de la Política Agraria Común (PAC) destacan el limitar la convergencia interna de las ayudas directas y reconocer el beneficio ecológico de los cultivos leñosos, como el olivar y la viña, para que reciban el 'pago verde' sin tener que cumplir con esfuerzos medioambientales adicionales.

En declaraciones a su llegada a la segunda jornada de negociaciones de los ministros de Agricultura de la UE en Bruselas, Arias Cañete ha explicado que "limitar el nivel máximo" de la convergencia interna, es decir, de la transferencia de fondos de una región a otra o de un sector a otro para reequilibrar los apoyos es un elemento "absolutamente fundamental" para España.

Esta petición, que cuenta con el apoyo de más países, fue recogida en la primera propuesta de compromiso presentada por la presidencia irlandesa de la UE, pero cuenta con la oposición de países como Alemania, con cuyos responsables Arias Cañete mantuvo el lunes un encuentro bilateral para tratar de acercar posiciones.

"Hay países que abandonaron el sistema de pago único y fueron hacia un pago regionalizado, que no quieren que los países que estamos defendiendo una agricultura diferenciada como la española podamos tener la flexibilidad necesaria para que la convergencia interna sea más limitada y podamos tener pagos acoplados para apoyar a determinados sectores que lo necesitan, como el ganadero", ha explicado el ministro en declaraciones a la prensa.

Además de la reunión con Alemania, el lunes la delegación española mantuvo encuentros bilaterales con otros grandes productores agrarios como Italia, Francia y Polonia, con quienes comparte intereses en las negociaciones. También se reunió con la Comisión Europea para trasladarle "tres prioridades básicas y ocho accesorias", según ha indicado el ministro.

Junto a la preocupación por la convergencia, España considera fundamental que los cultivos permanentes tengan un "tratamiento especial" dentro del llamado 'pago verde' o 'greening' para que se reconozca "su potencial medioambiental sin exigencias adicionales". El objetivo, como ya explicó el lunes Arias Cañete, es poder "garantizar la rentabilidad" de sectores leñosos como el olivar y la viña.

La tercera clave de la posición española es que se permita un "porcentaje suficiente" de ayudas acopladas, es decir, vinculadas a la producción, para dar un apoyo "diferencial" a sectores en dificultades e integrar cultivos como el del algodón y el del tabaco.

España también insiste en prorrogar al menos hasta 2020 el régimen de cuotas de producción para el azúcar y en limitar al 0,5 % el incremento máximo de potencial productivo cuando se relaje el sistema de derechos de plantación de la viña, frente al 1 % que hay sobre la mesa.

Arias Cañete ha confiado en que sea posible un acuerdo que recoja estas aspiraciones y que siga "la senda del Parlamento Europeo" porque no cree que fuera "lógico" que los Veintisiete se alejaran y "entraran en colisión" con la Eurocámara.

Los ministros han recibido una propuesta de acuerdo revisada pasado el medio día y dedicarán el almuerzo de este martes a discutir a puerta cerrada sus opiniones sobre las enmiendas. Es poco probable que los 27 acepten esta primera oferta y se espera que las negociaciones continúen a lo largo de la tarde e, incluso, lleguen a la noche.

"Más vale un acuerdo tarde que sea positivo para España que cerrar un acuerdo a toda prisa que pueda tener efectos negativos para los próximos siete años", ha advertido Arias Cañete a primera hora de la segunda jornada. El ministro ha apostado por avanzar hacia una posición que "equilibrada" que permita una PAC que "tenga en cuenta que no todos los países tenemos la misma estructura agraria".