Agentes de la Policía Nacional han detenido a D.F.L., un hombre de 40 años vecino de la barriada Parque Alcosa de Sevilla, por supuestamente robar en el interior de dos viviendas de su propia barriada, delitos por los que ya ha sido enviado a prisión de forma provisional.

Según ha informado la Policía en un comunicado, el primero de los robos se produjo a mediados de enero, cuando una vecina del citado barrio denunció que alguien se había introducido en su domicilio aprovechando que pasaba el fin de semana fuera.

A su regreso, la mujer comprobó que le faltaban en su casa joyas, incluso de bisutería, cámaras de fotos, terminales de telefonía móvil, ordenadores portátiles, varias prendas de ropa, gafas de sol, botellas de vino, la televisión, el reproductor DVD e incluso una batidora de la cocina.

El segundo robo se produjo menos de un mes después, en una vivienda ubicada en un inmueble a escasos metros del anterior. El ladrón se habría introducido a través de una ventana abierta que daba al patio de vecinos y, en menos de una hora que tardó en volver su ocupante, la vivienda fue desvalijada "a conciencia", según ha señalado la Policía.

Así, el presunto ladrón encontró una copia de las llaves de un vehículo y bajó al garaje del bloque, robando también todas las pertenencias del interior del automóvil.

La investigación, efectuada por los agentes adscritos al grupo de robos de la UDEV de la Jefatura Superior, permitió determinar la autoría de los hechos por parte de un vecino del mismo inmueble que la segunda víctima, que almacenaba los efectos sustraídos en su propia vivienda, a pocos metros de las desvalijadas.

Según las investigaciones de la Policía, el autor habría esperado unos días después del robo para llevar los efectos robados a casas de compra-venta de oro y joyas, aunque finalmente solo pudo vender una pequeña parte.

Los agentes detuvieron a este varón de manera simultánea al registro de su vivienda, recuperándose de este modo gran parte de lo robado. Asimismo, pudieron constatar que el detenido conocía a sus víctimas, sus hábitos y rutinas, aprovechando sus ausencias para cometer los delitos.

Finalizadas las diligencias policiales el detenido, al que le constaba una detención anterior, pasó a disposición judicial, decretándose su ingreso en prisión de manera inmediata.