Getrude Mongella: "La tecnología es determinante en el camino de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres"

La primera presidenta del Parlamento Panafricano considera que ellos son también víctimas de las desigualdades
La política tanzana Getrude Mongella
La política tanzana Getrude Mongella
EUROPA PRESS
La política tanzana Getrude Mongella

La política tanzana Getrude Mongella, primera presidenta del Parlamento Panafricano, defiende la tecnología como herramienta vital en el camino de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.

En países desarrollados, según indica, cosas tan simples como un lavavajillas o pañales desechables han permitido eximir a la mujer de ciertas responsabilidades tradicionales que ahora son asumidas de manera sencilla y natural por el hombre. En zonas menos avanzadas, los progresos en torno a elementos básicos como el agua, de cuya recolección se encargan ellas, favorecen igualmente un cambio en los papeles.

"La tecnología permite que hombres y mujeres puedan tener un vaso de agua con sólo abrir el grifo de casa", explica 'Mamá Beijing', nombre por el que se le conoce a raíz de presidir la IV Conferencia de la Mujer en Pekín (1995). Para ella, el desarrollo y la aplicación de nuevas técnicas se traducen definitivamente en mejores oportunidades no sólo para ellas, sino para todos.

Mongella está convencida de que al final el mundo será igual para unos y otros, sean hombres o mujeres. De hecho, insiste en que ambos deben ir de la mano pues hay retos que sólo pueden conseguirse juntos. "Ellos no son nuestros enemigos, ellos también son víctimas de las desigualdades. Se trata de conseguir que todos seamos considerados como seres humanos", subraya. Junto a la tecnología, también la educación y el acceso a la información serán, dice, determinantes en este sentido.

Profesora y madre de cuatro hijos, esta africana se ha convertido en una figura internacional de gran prestigio e influencia. Fue la primera presidenta del Parlamento Panafricano, uno de los órganos de desarrollo de la Unión Africana con funciones de asesoría y consulta y con poder legislativo que, inspirado en la Unión Europea, fue creado en 2004 para promover la integración del continente y permitir que los pueblos de África dialoguen con el mundo con una sola voz.

Ya desde niña, en su Tanzania natal, comenzó a preguntarse por qué sus oportunidades no eran las mismas que las de los niños, incluso a pesar de desempeñarse mejor que muchos de ellos. Así comenzó una lucha en defensa de los derechos humanos y de la mujer que ha llevado por todo el mundo.

Lucha por iguales oportunidades

A Mongella no le gusta hablar de igualdad de género, sino de igualdad de oportunidades, lo que significa que "las puertas estén igual de abiertas para ellos que para ellas". "Si el hombre puede ir al colegio, la mujer también debería y, si un hombre puede tener una posición de liderazgo, la mujer también debería tener posibilidad de liderar", remarca. Sin embargo, reconoce que esa equidad ha de lucharse.

Así, aparte del papel que los gobiernos tienen que jugar a la hora de igualar, así como el de la comunidad y la religión, considera que las féminas como individuos no deben sentarse y esperar. "Debemos trabajar y tener ambición por hacer cosas. Si quieres ser líder, deberás luchar, trabajar y ganar", incide en un entrevista concedida a Europa Press con motivo de su intervención este viernes en Segovia en el III Encuentro con Mujeres que transforman el Mundo.

La política tanzana resalta los grandes avances conseguidos en la igualdad de oportunidades, especialmente a partir de la Conferencia de Pekín, en la que participaron miles de personas. Fue tras este hito internacional cuando las mujeres votaron por primera vez en países como Arabia Saudí y cuando entre los crímenes de guerra se incluyó la violación de los derechos de las féminas.

"Ya en 1994, cuando preparábamos la Conferencia, surgió la conciencia global de que los derechos humanos eran también los derechos de la mujer", indica Mongella, quien destaca asimismo que el número de niñas que van al colegio también ha aumentado "tremendamente" en ciertos países africanos y recuerda que Liberia y Malawi están presididos por mujeres.

"Nos estamos moviendo. Si acudimos a las estadísticas, vemos que en Ruanda el número de mujeres en ciertos lugares está creciendo, incluso en el Parlamento. Se ha convertido, con un 56 por ciento, en el país con mayor número de parlamentarias. Quizás ahora los hombres sientan incluso que están quedando de lado", manifiesta.

Esa "crítica" cifra en los parlamentos, que según se congratula se está haciendo común en muchas partes del Plantea, es para ella un fiel reflejo de que el concepto de igualdad de oportunidades se está aceptando en muchos lugares. Aunque hay mucho que hacer todavía, para Mongella, al final, "el mundo va a dejar de ser de hombres para convertirse, poco a poco, en un mundo de hombres y mujeres".

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