Algunas superficies comerciales incrementarán en un 30% la plantilla, pero harán contratos de un mes, que a veces prolongarán para cubrir las rebajas.

Los aspirantes a estos puestos son jóvenes de entre 20 y 25 años, la mayoría estudiantes que buscan ingresos extra. Los que consiguen un contrato –a menudo a través de una ETT– como dependientes ingresarán por 30 días trabajados entre 723 y 804 euros brutos; es decir, salarios mínimos.

Mucho peor es la situación de los promotores de productos típicos por estas fechas, como turrones y perfumes. Su salario es de apenas cuatro euros por hora, seis como mucho.

«Inestable» es la descripción que hacen del empleo navideño los sindicatos. Sus portavoces, Isabel Lema, de UGT, y Francisco Cousillas, de CC OO, no dudan en denunciar esta precariedad laboral, propiciada por un convenio, en el caso de los promotores, que no ha sido revisado desde el año 1988.

Desde las ETT comentan que el crecimiento del empleo es similar al que experimenta la hostelería en verano. Dejan entrever, asimismo, que los que trabajan durante todo el mes son «afortunados». Los contratos empiezan sobre el 20 de diciembre, antes de los ‘días grandes’, y suelen finalizar después de Reyes.