Varios diputados del PSOE han cerrado filas este miércoles con el secretario de Organización del partido, Óscar López, al que han defendido por haber "corregido" su gestión en la moción de censura de Ponferrada, de modo que no consideran necesaria su dimisión por este asunto. Es más, han censurado las voces críticas que han surgido dentro del partido pidiendo su renuncia e, incluso, la celebración de un congreso extraordinario este año para renovar la dirección federal.

Así han reaccionado algunos diputados después de los numerosos reproches que lanzaron esta semana otros compañeros del grupo parlamentario cuando López acudió al Congreso a explicar la que ha sido su gestión en la moción de Ponferrada, que el PSOE sacó adelante con el apoyo de un concejal condenado por acoso sexual.

El portavoz del PSOE en la Comisión de Sanidad del Congreso, José Martínez Olmos, ha señalado en declaraciones a Europa Press que las disculpas de López han sido "más que suficientes". El que fuera secretario general del Ministerio de Sanidad y que recientemente calificó de "inevitable" la ruptura con el PSC, considera que ahora lo que procede es "cerrar filas" con la Ejecutiva Federal para que se pueda dedicar a su labor de oposición y a proponer medidas para salir de la crisis.

En los mismos términos se ha pronunciado Antonio Trevín, diputado por Asturias y recién nombrado portavoz socialista en la Comisión de Interior, quien ha mostrado su "solidaridad" con el número tres del PSOE y ha valorado la "rapidez y contundencia" con la que dice que ha actuado el partido a la hora de rectificar tras la moción de Ponferrada.

Trevín ha insistido en que López "ha dado la cara" en todo momento y ha criticado la "hipocresía" que, a su juicio, han demostrado dirigentes del PP en este tema, ya que les ha recordado que el exconcejal de Ponferrada condenado por acoso sexual, Ismael Álvarez, fue alcalde 'popular' de esta localidad y que "fueron los tribunales" los que le sacaron de la política, no el PP.

La parlamentaria por Zaragoza Susana Zumelo ha destacado la actitud de López al acudir el martes a la reunión semanal del Grupo Socialista para dar explicaciones sobre su gestión en este asunto, un gesto que ha valorado "positivamente" porque "otros no hacen lo mismo".

Resolver los problemas de los ciudadanos

De este modo, todos ellos consideran que el asunto de Ponferrada ya es un "tema cerrado" y que lo que tienen que hacer los socialistas a partir de ahora es "aprender de los errores" y sobre todo respaldar a la dirección federal para que el PSOE pueda ocuparse de "resolver los problemas de los ciudadanos".

Así, opinan que cualquier petición de dimisión, como ha sugerido el líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, o cualquier propuesta para convocar un congreso extraordinario del partido, como han hecho ya la corriente Izquierda Socialista o las direcciones locales del PSOE de León y de Burgos, están "fuera de lugar".

El más contundente en este aspecto ha sido el diputado por Burgos Luis Tudanca, quien ha afirmado que "quien esté intentando pescar en río revuelto se equivoca", y luego ha ido más allá al señalar que "quien intente saltar del barco antes del naufragio se equivoca".

"todo lo demás sobra"

Estos diputados han recordado que el último congreso socialista fue hace poco más de un año y que en él se eligió a una dirección con un proyecto muy concreto que ahora hay que respaldar. "Todo lo demás sobra", ha subrayado Trevín.

Para Zumelo, las voces críticas que se han escuchado en los últimos días a raíz de la crisis en Ponferrada quieren "quitar la atención" del proyecto de la Ejecutiva liderada por Alfredo Pérez Rubalcaba, pero considera que esto significa "no respetar la democracia interna" del partido.