Mi prima tuvo que dejar el piso en el que vivía con su hijo y su novio por no poder afrontar la hipoteca. Tuvieron que recoger los bártulos e irse a vivir a casa de su madre, hacinados en un piso de alquiler que da asquito. Pero eso sí, se le antojó una moto, y crédito para la moto; a ella se le metió entre ceja y ceja que se quería casar, y, ¡hala!, otro crédito para pagar la boda; ¿que se acerca el cumpleaños del nene? Pues nada, otro crédito personal y lo celebramos como reyes... Una vergüenza. Pero aunque yo no conciba esa manera de vivir, hay que admitir que mi prima no es una excepción, sino el ejemplo de un nuevo concepto del día a día que parece que cada vez va a más. Ya lloraremos, ya... Tronka.

El 42% de los españoles no están satisfechos con su casa. Creo que debería de ser un porcentaje bastante más alto, teniendo en cuenta que hay pisos tan minúsculos en pésimas condiciones y que cada vez está más cara la vivienda. He estado 21 años en un piso de 60 metros cuadrados con otras tres personas, y ahora vivo en uno de 110 con dos más. Cuando pasas mucho tiempo en un piso pequeño es complicado acostumbrarse a tanto espacio y tampoco estás a gusto. Richard.

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