La consejera de la Presidencia e Igualdad, Susana Díaz, ha lamentado que la reforma de la Administración Local que pretende el Gobierno nacional "va a suponer un paso atrás, sin precedentes, en la implementación de las políticas de igualdad y contra la violencia de género en nuestro país".

"Esta reforma va a eliminar las competencias que vienen prestando las entidades locales en materia de igualdad", ha afirmado Díaz durante la presentación de la conferencia del presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, en el Foro de la Fundación Antares, titulada "La reforma local, una intromisión en la autonomía municipal". La consejera ha afirmado que este cambio "no sólo supone un auténtico ataque a la autonomía local y devuelve a los ayuntamientos a niveles de los años 70", sino que va en contra del Estatuto de Autonomía de Andalucía.

Asimismo, ha señalado que esta reforma, "lo que finalmente pretende, es abrir al negocio las pocas cosas que aún mantienen la mirada de lo público". Se ha referido, en este aspecto, a los servicios públicos de agua y de recogida de basuras y sobre los que mantiene "que deben seguir teniendo una mirada pública, porque el capital privado no mira por el interés general".

En esta misma línea, la consejera ha abogado por el papel de los políticos "para contribuir a cerrar la brecha, que se ensancha con esta crisis, entre ricos y pobres". En su opinión, "los políticos debemos contribuir a cerrar el abismo que el mundo de las finanzas está abriendo en la economía real, en la economía de las familias", al tiempo que ha defendido que "los políticos debemos garantizar que los empresarios puedan actuar para generar riqueza".

Susana Díaz ha lamentado que la crisis esté provocando que aumente la desigualdad y que sean "las clases y las familias trabajadoras y los pequeños y medianos empresarios los que la estén pagando". "Ésta es una crisis que no ha generado, ni mucho menos, la ciudadanía, pero es la ciudadanía la que la está pagando", ha apuntado.

Por este motivo, la Junta "defiende la igualdad como un objetivo de la política económica y la cohesión social como garante de la igualdad de oportunidades, que permita una mejora de la competitividad". "Más cohesión implica una mayor competitividad", ha indicado.

Recuperar la confianza

En su intervención, la consejera se ha referido a la necesidad de que los partidos y las instituciones "recuperen la confianza de la calle, que hemos perdido porque nos hemos alejado de ella". En su opinión, "si hay algo que recortar de verdad es la desafección que siente la ciudadanía hacia la política y los políticos", y este alejamiento se ha producido por "asumir como irrenunciables los objetivos de déficit, de hablar de décimas y de comas y de no hablar de las personas".

Díaz ha indicado que "los ciudadanos y algunos políticos deben entender que hay varias políticas económicas, que hay distintas opciones a lo que estamos viviendo" y, en su opinión, para que se pueda generar riqueza y puestos de trabajo "no podemos reducir las partidas en I+D+i, ni los pequeños avances, la creatividad o el talento que son las piezas fundamentales del motor de las economías en el siglo XXI".

Asimismo, ha abogado por una "inversión pública fuerte en estos ámbitos y una política económica que abandone el objetivo del déficit y el pago de deuda a los bancos como único y sagrado objetivo para centrarse en el empleo y en la reducción de las desigualdades".