Suspenden juicio contra un médico acusado de un presunto delito de abuso sexual hasta el 2 de abril

La Audiencia Provincial de Cádiz ha tenido que suspender el juicio que se iba a celebrar este martes contra un médico de familia acusado de un presunto delito de abuso sexual contra una joven de 21 años que había acudido a su consulta por un dolor de garganta, señalando una nueva fecha para la vista el próximo día 2 de abril.

La Audiencia Provincial de Cádiz ha tenido que suspender el juicio que se iba a celebrar este martes contra un médico de familia acusado de un presunto delito de abuso sexual contra una joven de 21 años que había acudido a su consulta por un dolor de garganta, señalando una nueva fecha para la vista el próximo día 2 de abril.

Fuentes judiciales han informado a Europa Press de que el juicio ha tenido que suspenderse a petición del abogado defensor. Cabe recordar que el Ministerio Fiscal solicita una pena de cinco años de prisión para el facultativo, por unos hechos que tuvieron lugar en 2010 en el ambulatorio de La Laguna de Cádiz, donde el procesado venía ejerciendo su profesión como médico.

Allí tenía como paciente a una joven de 21 años que acudió a su consulta por un dolor de garganta, recomendándole que dada la inflamación de garganta, acudiera días después sin necesidad de cita a fin de ver si le remitía la inflamación, pues se acercaba el fin de semana y había que asegurar el tratamiento al no haber durante el mismo consulta ordinaria.

Tras acudir a la consulta, según el escrito de calificación fiscal, la hizo esperar hasta que salió el último paciente citado, y aunque en un principio el procesado se interesó por la garganta a continuación, "y con evidente ánimo de dar satisfacción a sus libidinosos instintos", procedió a auscultarle el pecho primero por encima de la ropa y luego debajo de esta. Además, le refirió que debía tumbarse en la camilla boca arriba, al tiempo que le decía que debía bajarse los pantalones.

En principio, y por la confianza que le suponía, accedió a dar los pasos que éste le marcaba, si bien "con perplejidad y desconcierto". En la camilla continuó palpándole la piel y a realizarle tocamientos, hasta que asustada aprovechó que el procesado se dirigía a la puerta porque habían llamado y quitó el pestillo que la cerraba, saliendo rápidamente del lugar.

La Fiscalía considera que los hechos descritos con constitutivos de un delito de abuso sexual, por lo que solicita una pena de cinco años de prisión, la inhabilitación para ejercer como funcionario la medicina durante el tiempo de condena, y una indemnización de 12.000 euros.

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