Bruselas tendrá nuevos poderes sobre los presupuestos nacionales de los países de la eurozona, a los que podrá pedir cambios antes de su aprobación parlamentaria. Con 526 votos a favor, 86 en contra y 66 abstenciones, el pleno del Parlamento Europeo ha dado este martes el visto bueno a esta nueva norma.

Así, los Gobiernos de los Veintisiete deberán enviar a la Comisión su proyecto de presupuesto para el año siguiente antes del 15 de octubre de cada año para que el Ejecutivo comunitario haga pública su opinión sobre dichas cuentas e, incluso, solicitar cambios en caso de que considere que se desvían de los objetivos de consolidación asumidos por cada país. Sin embargo, esta petición no tendrá carácter vinculante.

Además, la nueva norma, supone una vigilancia reforzada por parte de Bruselas a los países que amenacen la estabilidad en la eurozona, a los que podrá forzar a pedir el rescate para minimizar sus costes. Será mediante supervisiones estrechas de la CE, prorrogables cada seis meses, visitas periódicas e informes trimestrales sobre la situación del país afectado.

De esta forma, según ha destacado el vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, "quedará completado el ciclo de vigilancia presupuestaria para los Estados miembros de la eurozona" y "junto a las medidas de coordinación aprobadas el año pasado, estamos ahora más cerca de una genuina unión económica y monetaria"

Por otro lado, Rehn ha asegurado que, de haber existido esta norma desde el nacimiento del euro, "nunca habríamos vivido una crisis de tal magnitud" y que, de haberlo hecho, "la habríamos superado mucho más rápidamente, y con menos costes sociales y financieros".

A cambio de la aprobación de la norma, que entrará en vigor ya para los presupuestos de 2014, la Eurocámara ha conseguido el compromiso de la Comisión de crear un grupo de sabios que determine si es factible la creación de un fondo europeo de amortización de la deuda y euroletras. Este grupo, deberá presentar sus conclusiones antes de marzo de 2014. Será entonces cuando el Ejecutivo comunitario decida si hace o no propuestas legislativas al respecto. No obstante, Alemania ha vetado hasta ahora cualquier intento de avanzar en la mutualización de la deuda.

A este respecto se aprobarán también en los próximos meses propuestas para la creación de un "instrumento de convergencia y solidaridad" con el objetivo de financiar desde la Unión Europea reformas estructurales reclamadas a los Estados miembros, además de mejorar la coordinación previa de estos cambios en un país que puedan afectar a toda la eurozona.

Por otro lado, el Parlamento Europeo ha aceptado que la nueva normativa establezca que los recortes presupuestarios no puedan estrangular las inversiones en áreas como la educación y la atención sanitaria, ni el potencial de crecimiento y generación de empleos. Para ello, los Estados deberán especificar cuáles de sus inversiones podrán apuntalar el crecimiento y el empleo y la CE establecerá un calendario de reducción del déficit con más flexibilidad en circunstancias excepcionales.