El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Joan Clos, apuntó el miércoles que la llamada tarifa refugio, a la que se podrán acoger los consumidores con menos recursos, no subirá previsiblemente "más allá de la inflación".

Clos destacó, en los pasillos del Senado, que los consumidores domésticos pagan más que las grandes industrias por la energía eléctrica, algo común en Europa.

Al igual que hizo en su interpelación en el Pleno, el titular de Industria admitió que la desaparición de las tarifas reguladas (salvo las tarifas refugio o de último recurso), prevista en las Directivas europeas, será "dolorosa", aunque subrayó que habrá un periodo de transición de tres o cuatro años para minimizar el impacto de esta medida.

El mecanismo de subastas

Clos recordó el borrador, remitido recientemente a la Comisión Nacional de la Energía (CNE), que diseña un mecanismo de subastas para que los distribuidores compren la energía eléctrica que destinarán al mercado a tarifa.

Este mecanismo permitirá revisar las tarifas eléctricas cada tres meses, en lugar de una vez al año como hasta ahora, para ajustarlas mejor al precio real de la electricidad y evitar el déficit tarifario, que el pasado ejercicio ascendió a 3.810 millones de euros.

Los precios que resulten de las subastas se tomarán como referencia para fijar las tarifas reguladas.

La revisión trimestral de las tarifas ya se aplica en el caso del gas natural.