La comunidad de aprendizaje se basa en la división de una clase en equipos, cada uno de ellos coordinado por un voluntario (estudiantes de Educación, jubilados, padres o vecinos del barrio). Los voluntarios, además, se implican en el colegio y colaboran con el claustro en el mantenimiento de los servicios del centro.

En clase, los niños realizan los ejercicios en grupo sin la intervención de los adultos, y entre ellos resuelven las dudas que surgen. «Vienen más motivados y eso se nota en su rendimiento», explica Mariano Buil, profesor de secundaria del Cantín y Gamboa.

El sistema se aplica en todos los ciclos y, sobre todo, en lengua y matemáticas. Según María José Lago, directora del Santo Domingo, «el progreso es tan rápido que hay cursos que después de Navidad ya han cubierto los objetivos de todo el curso».

29 proyectos innovadores

El departamento de Educación financiará con más de 36.000 euros las iniciativas innovadoras de 29 colegios e institutos de Zaragoza. El uso de las nuevas tecnologías en la enseñanza de idiomas, música o historia y las clases de danzaterapia o educación sexual son algunos de los proyectos.

Técnicas ‘on line’ en la Universidad

La innovación docente también ha llegado al campus. Buen ejemplo es el proyecto Hipermedia, basado en las nuevas tecnologías y que siguen 650 alumnos de 1º a 3º de Relaciones Laborales de la Escuela de Estudios Sociales. Este sistema busca el aprendizaje activo y en grupo a través de una serie de casos prácticos (colgados en una página web) que los estudiantes tienen que analizar desde un punto de vista diferente para cada asignatura.