Sin efecto retroactivo

Con todo, la protección de esta franja de 500 metros se aplicará a nuevas construcciones y no afectará a las edificaciones ya existentes. Sin embargo, puesto que esta medida afecta a todos los municipios del litoral gallego, supondrá la paralización de 600 millones de metros cuadrados.

Y es que la conselleira subrayó que, «a pesar de que ya finalizó el plazo para adaptar el plan urbanístico» a la Lei do Solo de 2002, «la gran mayoría de los planes de ordenación actualmente en vigor quedaron obsoletos». De hecho, sólo diez de los 315 municipios de toda Galicia ajustaron sus normas a la legislación y los diez son de la zona interior.

Ante esta dejación por parte de los ayuntamientos, la Xunta ha optado por rescatar el suelo para evitar un crecimiento urbanístico que acabe con los valores paisajísticos y la riqueza natural de la costa. Porque los planes vigentes establecen que el litoral tendrá el doble de viviendas de las actuales.

Lo que hay y lo que se debe haber

El hecho de que los planes urbanísticos no se adapten a la Lei do Solo propicia que en muchos municipios no haya las zonas verdes y los equipamientos públicos mínimos o que no se reserve suelo para viviendas de protección, y que se creen urbanizaciones cerca de áreas forestales con riesgo de incendio. Para evitarlo, se les obligará a tener un cortafuegos.