El Comité Ejecutivo de CEOE-Tenerife ha remitido una carta a la ministra de Fomento, Ana Pastor, en la que solicita el restablecimiento de la rebaja de las tasas aéreas en los aeropuertos de Canarias, sobre todo por las "delicadas perspectivas" para este verano ante la caída de Orizonia.

La patronal se suma así a las demandas que ha realizado Ashotel con el objetivo de estimular a los operadores actuales que ya tienen rutas y aquellos otros que vean una oportunidad en establecer rutas aéreas de conexión con Canarias para que incrementen frecuencias y se establezcan precios más competitivos de los billetes.

Para CEOE-Tenerife, esta medida tendría unos efectos positivos a corto plazo que serían "fácilmente cuantificables", a diferencia de campañas de promoción en mercados emisores para las cuales "ya no hay tiempo ni sus efectos pueden ser tan ciertos".

Unido a esto, la patronal considera "evidente" que los presupuestos para promoción se encuentran "muy ajustados", tanto a nivel de Turespaña como del propio Gobierno de Canarias.

La Confederación Provincial de Empresarios ha querido recordar que Orizonia transportó hacia Canarias el pasado año unos 400.000 turistas, de los cuales unos 160.000 vinieron a través de su línea aérea Orbest.

Por ello, la patronal advierte de que la desaparición de esta compañía aérea supondría "una importante reducción de líneas con un claro enfoque turístico", las cuales considera que "difícilmente" serían cubiertas por el resto de compañías, algunas de los cuales "tampoco atraviesan una situación holgada para asumir nuevos riesgos".

CEOE-Tenerife entiende que se trata de una decisión que corresponde al Ministerio de Fomento, por ello quiere pedirle la sensibilidad necesaria con Canarias ante la "total dependencia" del transporte aéreo y las repercusiones que este tiene en el turismo, "único sector que sigue aguantando los embates de la crisis".

La patronal opina que se trata de una medida sostenible presupuestariamente, puesto que la disminución en las tasas podría verse compensada por un incremento en el número de pasajeros, generando mayores ingresos para la red de aeropuertos en Canarias y también, de forma indirecta, mayores ingresos impositivos para el Estado, recaudados gracias a una mayor cifra de negocios de los diferentes agentes en la cadena de valor turística.