El Tribunal Supremo ha resuelto no admitir el recurso de casación que el joven Pedro M.A. interpuso contra la sentencia de la Audiencia de Valladolid que le halló responsable del grave apuñalamiento sufrido por otro en junio de 2011 durante una reyerta registrada en el céntrico bar 'Su', según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

La inadmisión del recurso supone la confirmación del fallo dictado por la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Provincial, que consideró al joven, que contaba el día de los hechos con 18 años, autor de un delito de tentativa de homicidio, merecedor de una condena de siete años y medio, así como de otro delito de amenazas, por el que le impuso otra pena de un año y tres meses.

Además, en concepto de responsabilidad civil, el condenado tendrá que indemnizar a su víctima con 25.000 euros por los días en los que permaneció de baja y con otros 68.000 euros por las secuelas, así como con 21.298 euros al Sacyl por los gastos derivados de su asistencia hospitalaria.

El Ministerio Fiscal había solicitado para él una condena de 9,5 años y 93.000 euros de indemnización, junto con otros casi 22.000 al Sacyl, por delitos de tentativa de homicidio y amenazas, mientras que la acusación particular mantuvo su solicitud de diez años y 80.000 euros y la defensa una condena mínima por delito de lesiones, al entender que su patrocinado actuó en legítima defensa y en estado de embriaguez.

En el juicio, el condenado, en declaraciones recogidas por Europa Press, reconoció haber utilizado la navaja que portaba pero alegó que trató únicamente de defenderse. "Yo tenía 18 añines y tres hombres me estaban pegando", advirtió Pedro M.A.

Éste recordó que aquella madrugada se encontraba con unos amigos en el 'Su', en la Plaza de la Antigua, y fue expulsado a golpes por el portero tras registrarse un incidente entre dos grupos de jóvenes.

"Me agarró por el cuello y entre él y otros dos me sacaron a rastras y me dieron una paliza muy grande", relató Pedro, quien, además de negar que amenazara de muerte al vigilante de seguridad, añadió que cuando cayó al suelo sacó una navaja que utilizaba para prepararse los porros y se la clavó a la persona que tenía sobre él, pero sin ánimo de matarle y con el único propósito de defenderse.

Amnesia de la víctima

El lesionado, Iván G.R, que declaró tras una mampara para no tener que ver a su agresor, aseguró no recordar nada de lo ocurrido aquella noche en la que celebraba su despedida de soltero pues, como así apostilló, despertó en el hospital siete días después de lo ocurrido, pero sí aseguró, entre lágrimas, que a raíz del navajazo su vida ya no es la misma porque ha quedado imposibilitado para realizar deporte, hasta el punto de que el simple acto de andar le produce fuertes dolores.

Su hermano Juan Manuel, portero del 'Su', realizó la declaración más incriminatoria, pues aseguró que aquella madrugada se vio obligado a sacar al procesado del local a la fuerza y que ya en la calle éste "sacó de sus partes" una navaja y le amenazó de muerte, ante lo cual optó por cerrar la puerta, cuyo cristal comenzó a golpear el joven con el arma mientras seguía profiriendo graves amenazas.

"Cometí el error de abrir la puerta porque un amigo suyo me pidió que le dejara salir para calmarle", lamentó el portero, que declaró que fue entonces cuando Pedro M.A. entró de nuevo y le lanzó varios navajazos que logró esquivar, instante en el que su hermano Iván salió en su defensa y se interpuso entre ambos.

El agresor y su hermano Iván cayeron al suelo y en ese momento, según recordó el portero, el primero clavó la nava a su oponente y a punto estuvo de acometerle por segunda vez. "Si no llego a cogerle la mano le mete una segunda puñalada", sentenció Juan Manuel de forma categórica.