Los alumnos seleccionados colaborarán, durante tres o cuatro meses, en el desarrollo de un proyecto de investigación relacionado con la carrera que estén cursando. Hay 250 becas, 50 más que el año pasado, que podrán solicitarse hasta el 30 de noviembre. Tienen una dotación económica de 1.500 a 4.000 euros. Eso sí, es necesario tener una buena nota media, de notable o cercana, según las enseñanzas.

Durante su estancia, los estudiantes becados participarán en el plan investigador de un científico del CSIC, que ejercerá como tutor. De esta forma podrán iniciarse en la resolución de los problemas científico-técnicos de las especialidades que estudian. Los universitarios que cursen el penúltimo año de su carrera disfrutarán de la beca desde julio hasta septiembre; si, por el contrario, son estudiantes de último año, lo harán entre septiembre y diciembre.

En el primer caso, la beca supone una ayuda económica de 1.500 euros mensuales (2.000 si residen en una provincia distinta a la del centro asignado). Los de último curso reciben entre 3.000 y 4.000 euros (si tienen que cambiar de residencia). Los impresos de inscripción se pueden obtener en la web.

Miguel Cortés. Becario CSIC

"Te acerca al entorno real de trabajo"

Nació en Marchena (Sevilla). Tiene 23 años y es becario en el Instituto de la Estructura de la Materia en Madrid.

¿Para qué sirven estas becas?

Aprendes cómo es el trabajo del investigador en entornos laborales reales. Está bien para saber lo que te gusta y lo que no.

¿Se trabaja por libre?

No, tienes un supervisor que es el que te asigna las tareas que vas a realizar.

¿Lo peor de ser becario?

Yo no he tenido ningún problema. Al contrario, esto me ha servido para ampliar mi currículo.

¿Repetirías si pudieras?

Sí, por supuesto, aunque preferiría estar más cerca de la universidad. Me gusta ser científico, pero más vinculado a la docencia.