El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, ha visitado la planta industrial de Torraspapel en Montañana, dedicada a la fabricación de papel y de pasta de celulosa, para conocer de primera mano el plan de inversiones de mejoras medioambientales que está llevando a cabo la compañía para mejorar sus ratios de sostenibilidad.

En este sentido, el consejero delegado de Torraspapel, Eduardo Queralt, ha mostrado al alcalde de Zaragoza el nuevo dispositivo de electrofiltros instalados en la planta el pasado mes de junio de 2012, que ha supuesto una inversión de más de 8 millones de euros y que han reducido la emisión de partículas en más de un 70 por ciento.

En este sentido, Belloch ha agradecido y reconocido el compromiso de la compañía y el valor de las inversiones a la hora de reducir su impacto en el medio ambiente, y colaborar en la línea de las políticas medioambientales que lleva a cabo el Ayuntamiento en otros ámbitos.

En declaraciones a los medios de comunicación, Belloch ha apuntado que "en torno al 2015 el olor tiene que estar minimizado de forma importante" y aunque ha reconocido que "faltan muchas cosas para mejorar la calidad del aire" entre las que citado más líneas de tranvía y carriles bici, ha apuntado que el "elemento fundamental es que empresas, como Torraspapel, tengan responsabilidad social corporativa".

Plan inversor

El Plan de inversiones ambientales 2011-2019 de Torraspapel está enfocado a disminuir las molestias que pudieran ocasionar los olores y vertidos líquidos y gaseosos, de acuerdo a los planes acordados junto con el Ayuntamiento para la mejora de la calidad del aire y de los vertidos industriales.

Se ha establecido inicialmente una inversión de 22,35 millones de euros, según consta en el Acuerdo entre el Ayuntamiento y Torraspapel para la implementación del Plan de Inversiones Ambientales, firmado el 14 de marzo de 2011.

La calidad del aire de Zaragoza ha experimentado durante el año 2012 una sensible mejora, ya que se cumplieron todos los objetivos de calidad que fijan las directivas comunitarias, y por cuarto año consecutivo se mejoraron los niveles de los indicadores. Los parámetros analizados se han situado a lo largo de todo el ejercicio por debajo de los estándares que fija la Unión Europea.

Así, desde el año 2008, Zaragoza ha bajado sensiblemente sus niveles de contaminación atmosférica. En 2009 continuó esa tendencia de mejora y desde 2010 la ciudad cumple todos los objetivos de calidad del aire.

El ejercicio 2011 se ha erigido como el año de la consolidación de esa tendencia y 2012 ha venido a mejorar aún más si cabe esos niveles, con una rebaja general en cada uno de los contaminantes medidos en las diferentes estaciones.