Bankia, que acaba de reconocer unas pérdidas históricas de 19.193 millones de euros 2012, se ha comprometido a volver a generar beneficios y capital ya en 2013. Tras imputar todas sus pérdidas a los dos últimos ejercicios, la entidad nacionalizada inicia 2013 "con un balance saneado, buenos niveles de solvencia y una excelente situación de liquidez", en palabras de su presidente, José Ignacio Goirigolzarri.

El balance del banco, y su matriz BFA (que ha presentado unas pérdidas de 21.238 millones) se han saneado tras la ampliación de capital de 18.000 millones suscrita gracias al rescate europeo, y a falta de que se impongan canjes por acciones a los inversores de preferentes y otros instrumentos híbridos (otros 6.500 millones en total). A esta ayuda hay que sumar otros 22.300 millones de euros en deuda pública correspondientes al traspaso de activos tóxicos al Sareb (conocido como banco malo).

El capital público inyectado en BFA-Bankia ha ido destinado principalmente a afrontar provisiones, que en total han superado los 26.800 millones de euros. Se han compensado así las pérdidas provocadas por el ladrillo y se han provisionado las participaciones accionariales del banco (Mapfre, IAG, por ejemplo) para ponerlas a precio de mercado. El objetivo: empezar de cero, tal como reza la nueva publicidad del banco y tal como declaró el propio Goirigolzarri durante su comparecencia como testigo en el juicio por la salida a Bolsa de Bankia.

Pese a los esfuerzos de saneamiento, Bankia mantiene unos niveles de morosidad en su cartera de créditos del 13%, un tercio por encima de la media nacional (del 10,5%) y casi el triple mayor que hace apenas un año. Aún así, la dirección del banco reitera que "encara 2013 desde un sólido punto de partida. Cuenta con una cobertura total sobre la cartera de crédito del 8%".

En el caso concreto de los créditos a promotores, aunque apenas suponen un 3,3% del balance de la entidad, la estimación de créditos impagados se eleva hasta el 45% del total. La propia dirección ha reconocido públicamente que su mora es "muy alta".

Tal como explicó el presidente, José Ignacio Goirigolzarri, la entidad es, tras los ajustes y las inyecciones, "autosotenible" y capaz de generar capital por sí sola. Aún así, y por imposición de Bruselas, deberá emprender un drástico cierre de oficinas. La reordenación de la red, según la entidad, comenzará en las dos provincias con mayor implantación -Madrid y Valencia, donde tienen unas 1.200 oficinas- y esperan que esté culminada durante el año.

Bankia ha tenido cerrado durante meses el acceso a los mercados de capitales. Por ello, fue uno de los bancos europeos que más recurrió a las distintas líneas de liquidez facilitadas por el Banco Central Europeo. Así, a pesar de que a lo largo de 2012 se han devuelto 14.000 millones en crédito del BCE, el balance de la entidad nacionalizada aún mantiene unos 53.800 millones pendientes de ser devueltos.

La entidad, pese al rescate, aún mantiene abiertas varias incógnitas. Por ejemplo, la valoración definitiva que le otorguen el FROB y Bruselas a las acciones de la entidad. Desde el banco no han querido confirmar si finalmente los accionistas perderán el 99,7% de su inversión y cada acción valdrá 0,01 euros, tal como se ha publicado, y se remiten a las autoridades públicas como responsables de la misma.