El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ha expresado este miércoles ante el Pleno del Parlamento su rechazo a la reforma local que el Gobierno de la Nación ha puesto sobre la mesa, toda vez que es un paso más en una "forma de despotismo ilustrado", que considera que desde el centro y desde el uniformismo se pueden resolver todas las cuestiones que afectan a la convivencia.

En la sesión de control al Consejo de Gobierno del Parlamento, Griñán ha manifestado que cualquier reforma local debe contemplar la realidad del territorio español y hacerse de abajo a arriba, algo que no ocurre con la que ha planteado el Ejecutivo del PP.

A su juicio, bastante complicadas están ya las cosas para crear más problemas donde no los hay y ha indicado que esa reforma local, sin duda, es un "paso adelante en la dirección equivocada" y un paso más en la subordinación de la democracia y política "a una pretendida eficiencia que suele desembocar en la privatización de los servicios públicos fundamentales".

"Lo que afecta a todos debe ser resuelto entre todos y este es un terreno muy importante para buscar acuerdos y consensos", según Griñán, para quien la democracia no es ni mucho menos la que ha provocado la crisis pero, sin duda, esta crisis puede acabar con la propia democracia.

Griñán, que ha puesto de manifiesto que esa reforma local es un paso más en una forma de "despotismo ilustrado, que considera que desde el centro y desde el uniformismo se pueden resolver todas las cuestiones que afectan a la convivencia", ha querido dejar claro que el municipio es la forma natural la convivencia y hay que tenerlo en cuenta a la hora de resolver problemas.

Ha insistido en que es "imprescindible mantener una fuente democrática como los ayuntamientos a través de los alcaldes y los concejales", al tiempo que ha criticado que la reforma local trate de reducir el número de concejales con el "falso pretexto de ahorrar dinero, cuando más del 80 por ciento no cobra ni un euro".

Asimismo, ha aludido a la reducción de competencias que se persigue y ha agregado que en la política democrática, el reparto de competencias debe hacerse a través de la subsdidiariedad.

El presidente también ha señalado que no toda la realidad municipal de España es la misma, de manera que no tiene nada que ver la realidad de los municipios andaluces con los de Castilla y león, algo que, según ha señalado, el Gobierno no ha tenido en cuenta a la hora de plantear su reforma local.

"los dictados de la troika"

Por su parte, el portavoz de IULV-CA, José Antonio Castro, ha señalado que la reforma local planteada por el Gobierno sigue a "pie juntillas los dictados de la troika", que pasan por el desmantelamiento de la democracia y de participación, al tiempo que se atacan las competencias y la autonomía de municipios, caminando hacia una recentralización por parte del Gobierno central.

"Se reduce a la mínima expresión la administración local", según ha señalado Castro, quien ha indicado que la reforma del Gobierno central plantea la privatización de los servicios públicos municipales. "Cuando hablan de eliminar duplicidades quieren decir privatización y desmantelamiento de los servicios públicos para favorecer la iniciativa económica privada", ha señalado.

José Antonio Castro ha reclamado una "posición firme de la Junta ante este nuevo atropello" y que se esgriman las competencias contempladas en el Estatuto de Autonomía y en la Ley de Autonomía Local (Laula).

Ha señalado que en Andalucía, donde el 89,6 por ciento de los ayuntamientos son menores de 20.000 habitantes, unos tres millones de andaluces se podrían ver afectados por esa reforma local, que plantea que los municipios de ese tamaño pierdan gran parte de sus competencias en favor de la diputaciones y que los municipios de menos de 5.000 habitantes sean prácticamente "intervenidos".