Trenes abandonados que llevarán turistas

En dos años se han recuperado una veintena de vehículos ferroviarios, muchos en la región. Su futuro está en el turismo.
Para muchos apenas tenían valor. Abandonados en cobertizos o en chatarreros, en dos años se han recuperado una veintena de vehículos ferroviarios, muchos de ellos en Castilla y León.Locomotoras, coches de viajeros, vagones de mercancías... han aparecido en todo tipo de lugares, incluso en jardines privados. ¿Su conservación? De todo. Ahora se encuentran en los talleres para su restauración y tendrán un futuro real: formar parte de un tren turístico.

El trabajo lo ha hecho el Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril Español. Su vicepresidente, Carlos Guasch, explica el proyecto más inminente, un tren con una locomotora a vapor y tres coches de cuatro ejes que recorrerá los 160 kilómetros que separan Santander y Alar del Rey (Palencia).

«No queremos parar ahí, se pretende recuperar el eje histórico del canal de Castilla y, por que no, viajar en tren hasta Alar del Rey y en barco hasta Valladolid», afirma. Estos entusiastas del ferrocarril también miran de reojo la línea de Valladolid-Ariza, cerrada en 1985.

Ahora tendrán un uso

Coche de viajeros S-3: Lo construyó la Sociedad Española de Construcción Naval de Sestao (1928) y fue de la Compañía del Oeste, vinculada a León. Era un lujoso coche salón para llevar personalidades.

Vagón de bordes altos: Perteneció a la empresa vallisoletana Nitratos de Castilla. La sociedad surgió tras la Guerra Civil para la producción de abonos nitrogenados y llegó a exportar abonos sintéticos.

Locomotora: Prestó sus servicios en la azucarera de Venta de Baños y fue numerada como «Azucarera de Castilla nº1». Fue comprada por un francés en una chatarrería. Ahora ha sido recomprada.

Vagón-cisterna: De dos ejes. Perteneció a Aceites Emilio Molina. Varios de estos vagones estuvieron vinculados a las diferentes azucareras de la región.

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