Blanco defiende la educación como mejor mecanismo para que la ciudadanía sea agente promotor de la salud

El consejero de Sanidad del Principado de Asturias, Faustino Blanco, ha defendido este viernes la educación, la formación y la información como mejores mecanismos para que la ciudadanía pase de sujeto pasivo a principal agente promotor de la salud y de las políticas públicas sanitarias.

El consejero de Sanidad del Principado de Asturias, Faustino Blanco, ha defendido este viernes la educación, la formación y la información como mejores mecanismos para que la ciudadanía pase de sujeto pasivo a principal agente promotor de la salud y de las políticas públicas sanitarias.

"La mejor gestión sanitaria es educar a la población", ha aseverado durante su intervención en la inauguración de la jornada 'La observación para la decisión en salud. Una visión desde la diversidad', que se desarrolla en Oviedo con la asistencia de unos 190 profesionales.

Para el consejero, actualmente se viven días difíciles para quienes defienden lo público, aunque cree que se debe seguir trabajando desde las administraciones para lograr que este siglo sea el de las personas "libres y formadas", capaces de dirigir su propio destino para garantizar el Estado del Bienestar de la población en todas las etapas de la vida.

Así, esta sesión se enmarca en dichos objetivos con el fin de promover un sistema "equitativo, solvente, justo, sostenible e igualitario", según ha afirmado el consejero en compañía de los directores generales de Salud Pública, Julio Bruno, y de Sostenibilidad y Cambio Climático, Paz Orviz.

El aspecto socioeconómico

Y es que la educación, entendida tanto como formación en salud como en nivel educativo de la población, es una de las claves para analizar los factores de riesgo junto con el nivel y con el contexto socioeconómicos, según ha apuntado durante la ponencia inaugural de la jornada el jefe del Servicio de Evaluación de la Salud y Programas de la Dirección General de Salud Pública, Rafael Cofiño.

Las redes sociales son otro aspecto relevante, ya que quienes cuentan con redes sociales fuertes optan hasta a un 50 por ciento más de supervivencia que quienes tienen redes sociales débiles.

Cofiño, que hizo referencia a diversos estudios autonómicos, nacionales e internacionales, abogó por el universalismo proporcional a las condiciones socioeconómicas y a otro tipo de desigualdades que se puedan generar para optimizar los resultados de las políticas públicas de salud.

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