Tom Cruise multará con un millón de euros a los colaboradores que den detalles sobre su boda

  • Sigue el misterio en torno a los detalles de la boda.
  • Algunas personas se han agolpado en los alrededores del castillo.
Tom Cruise y Katie Holmes (EFE).
Tom Cruise y Katie Holmes (EFE).
Tom Cruise y Katie Holmes (EFE).
La expectación mediática y los rumores envuelven los últimos preparativos de la boda italiana de Tom Cruise y
Katie Holmes, que se celebrará mañana en un castillo cerca de Roma, momento en el que se desvelará todo el misterio que rodea los detalles del enlace.

Esta podría calificarse no sólo como la "boda del año" en Roma, sino la de los secretos, pues confirmado no se sabe casi nada, aunque se da por descontado que será en el castillo Odelaschi del lago de Bracciano, a 30 kilómetros de la capital italiana.

Ahora, el gran misterio a desvelar es la hora del matrimonio y para poner fin al secreto los medios locales echan mano de todos sus recursos, y fijan la llegada de los novios entre las 10.00 y las 12.00 horas y la ceremonia hacia las 17.00 horas (15.00 GMT).

Misterio también sobre los invitados famosos, pues a menos de 24 horas siguen llegando a Roma. Hoy lo hicieron el matrimonio David y Victoria Beckham, y el actor Will Smith, mientras ayer aterrizaron en Ciampino, Brooke Shields, Jim Carrey y Jennifer López, pero todos se preguntan si vendrá o no John Travolta.

Y es que no es de extrañar que los secretos sean tantos si como asegura una televisión italiana, el novio ha amenazado con multar con un millón de euros a aquellos colaboradores que revelen detalles fundamentales sobre el desarrollo del enlace.

Desde su llegada a Roma, Tom y Katie se han dejado ver en pocas ocasiones: la primera el pasado jueves cuando se dirigían a una cena ofrecida por el alcalde de Roma, Walter Veltroni; y ayer dos veces, una para comer en un famoso hotel y otra antes de una cena ofrecida a sus invitados.

La pareja, acompañada de su hija de siete meses Suri, y los dos adoptivos del actor, se ha mostrado en todo momento relajada y sonriente.

Los fotógrafos y periodistas montaron guardia ante una villa privada en la colina del Gianicolo, para intentar desvelar el misterio de si Tom y Katie agasajarán allí con una cena de honor a sus invitados, tal y como se da por seguro.

La alcaldesa de la pequeña localidad de Bracciano, conocida por ser escenario de los "pic-nic" estivales de los romanos, Patrizia Riccioni, que durante semanas ha jugado a los misterios con la prensa, confirmó que los contrayentes le enviaron una ramo de rosas con una nota: "gracias de todo corazón por la hospitalidad".

Lo que no es ningún misterio es que el Ayuntamiento de Bracciano cobrará a los cámaras mil euros por las ventanas del edificio que se asoman directamente sobre el castillo, con lo que no es de extrañar que sea cierto, como dicen algunos, que los particulares alquilan sus ventanas por 2.500 euros.

Otros números barajados en Roma sobre la boda son que la ceremonia completa costará 2,5 millones de euros, de ellos 1,5 millones para alquilar el castillo, y, por seguir hablando de números, se cree que los invitados son 250, sólo unas decenas más que los periodistas que se han acreditado ante el municipio de Bracciano.

Y para que no falte ningún misterio, la prensa desempolvó la historia del castillo Odelaschi, construido en la segunda mitad del siglo VX por la familia Orsini, para encontrar un fantasma .

De hacer caso a las historias, por las estancias del castillo se pasearía el espectro de la duquesa Isabella de Medici, asesinada por su marido, aunque las leyendas no se ponen de acuerdo sobre quién de los dos cometió la infidelidad que llevó a la mujer a la muerte.

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