La Oficina Municipal de Turismo de Huesca recoge entre 70.000 y 75.000 consultas al año, de las que 60.000 son presenciales. Así lo ha dado a conocer la responsable de esta oficina en la capital altoaragonesa, Sonia Blanco.

"Los visitantes vienen atraídos por la historia y la mayoría se sorprende cuando llegan a aquí, porque no esperan que Huesca cuente con tanta riqueza histórica", ha manifestado Blanco. Desde la Oficina Municipal de Turismo se ofrece una visita guiada por el casco antiguo, que permite conocer la historia más a fondo.

Dichas visitas cuentan con una duración aproximada de dos horas y proponen una ruta por la Iglesia y los claustros de San Pedro El Viejo, la Catedral y el Museo Diocesano, el Ayuntamiento y el Museo Provincial. La vista finalizará en la plaza de López Allué porque desde allí la gente se puede dirigir a la zona de tapas y comercial.

En este punto, los guías no obvian informar a los visitantes sobre la denominada 'Ruta dulce', elaborada por los pasteleros de la ciudad, para degustar todos los dulces típicos como la trenza de Almudévar, el pastel ruso, las glorias, las tejas, y las castañas de mazapán.

Además de la historia, los visitantes también se interesan por conocer las posibilidades de realizar actividades en el entorno, excursiones por la provincia. Sonia Blanco ha subrayado que "la historia es un puntal importante dentro del turismo en Huesca, así como la gastronomía y las fiestas, de hecho nuestras campañas de promoción atienden siempre a estos tres ejes".

Los turistas, que valoran principalmente la hospitalidad de los oscenses, cuentan con un perfil variado, que depende de la estación del año. "En verano es un turista familiar que viene a pasar unos días de descanso; en primavera son más bien grupos de amigos que vienen a practicar actividades y a hacer excursiones y en temporada baja, son grupos de la tercera edad", ha finalizado diciendo.