Hace unos días, el asteroide 2012 DA14 pasó rozando la Tierra, a sólo 27.000 kiómetros de altura sobre la superficie. Se trata de un objeto rocoso cuya órbita es muy similar a la de la Tierra y nos visita de cerca todos los años. Con observaciones de radar se ha visto que es de forma elongada y mide unos 40 metros de largo.

El vídeo recoge imágenes del asteroide 2012DA14 el pasado día 15 de febrero. Las imágenes, tomadas desde la estación del Observatori Astronòmic de la Universitat de València en Aras de los Olmos, cubren el recorrido del asteroide en el cielo durante un período de treinta y dos minutos, desde poco después del anochecer, cuando el asteroide se asomaba apenas por encima del horizonte.

La técnica empleada para fotografiar el asteroide es similar a la que se utiliza cuando fotografiamos objetos que se mueven a gran velocidad. Imaginemos que queremos fotografiar un coche en una carrera de Fórmula 1; para que el coche salga bien definido tendremos que seguir su movimiento con nuestra cámara. Esto hará que el vehículo salga nítido en nuestra foto, pero que los demás objetos que complementan la escena estén movidos en la dirección del movimiento de la cámara.

Lo mismo sucede en este vídeo, tomado con un teleobjetivo montado sobre uno de los telescopios del observatorio. En cada uno de los fotogramas, que corresponden a treinta segundos de exposición, el telescopio sigue el movimiento del asteroide para que la imagen de este sea nítida. Como el asteroide se movía a gran velocidad, el resto de las estrellas que están a su alrededor dejan una traza recta en cada una de las imágenes, según explican las mismas fuentes.

El vídeo es "peculiar y diferente a otros" que se han visto estos días, pues combina la imagen astronómica con las vistas del horizonte cercano a nuestros telescopios -los cuales aparecen también movidos en la dirección del movimiento de la cámara-. De esta forma, el vídeo no sólo retrata el paso del asteroide por el cielo, sino su paso sobre el Observatori de Aras de los Olmos, situado en la Muela de Santa Catalina, bajo los cielos oscuros del interior de la Comunitat Valenciana, destacan.