La titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Barcelona, en funciones de guardia, ha decretado este jueves la libertad provisional para los cuatro exempleados de la agencia de detectives Método 3 detenidos a raíz de la denuncia que el PPC presentó por el supuesto espionaje a su presidenta, Alicia Sánchez-Camacho.

Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), han quedado en libertad con cargos Alejandro Borreguero, que colocó el micrófono con el que se grabó a la líder 'popular' en el restaurante La Camarga de Barcelona; y Julián Peribáñez, encargado del reportaje fotográfico sobre el encuentro de la presidenta del PPC con la expareja de Jordi Pujol Ferrusola, Victoria Álvarez.

La magistrada los ha dejado en libertad después de que los fiscales anticorrupción designados para el caso, Emilio Sánchez Ulled y Fernando Bermejo, no pidieran ninguna medida cautelar para ellos, aunque permanecen imputados por un delito de revelación de secretos.

La jueza imputa el mismo delito a la responsable operativa de la agencia, Elisenda Villena, y el director de Método 3, Francisco Marco, quienes también han sido puestos en libertad provisional. El Ministerio Público, en cambio, sí ha solicitado medidas cautelares para estos dos acusados. La jueza ha acordado retirarles el pasaporte, según ha informado el TSJC.

Borreguero ha ratificado la versión que mantuvo ante la Policía Nacional y ha reconocido que fue él quien colocó el micrófono en el florero de la mesa del restaurante que grabó la conversación entre Sánchez-Camacho y María Victoria Álvarez, sin que los dueños del local le pusieran impedimento alguno.

Como ya sostuvo ante la Policía tras su detención, Borreguero, de 20 años y que trabajaba como recadero para la agencia de detectives, ha explicado que él siempre dio por hecho que Alicia Sánchez-Camacho sabía que iba a ser grabada, encargo que le encomendó la detective Villena.

De hecho, ha añadido ante la jueza que, de acuerdo con la información que le facilitaron, debía colocar el micro en el florero porque la presidenta del PPC se resistía a llevarlo entre las ropas para evitar ponerse demasiado nerviosa, han informado fuentes judiciales.

Por su parte, Peribáñez ha explicado a la jueza que recibió el encargo de Villena de fotografiar a la expareja de Pujol en su encuentro con Sánchez-Camacho en el restaurante. No obstante, ha añadido que Villena no le aclaró si la presidenta del PPC era consciente de que estaba siendo grabado su encuentro.

Ambos imputados han declarado ante la jueza de guardia que desconocían por completo quién contrató a Método 3 para espiar el almuerzo, dado que la documentación sobre las personas que realizaban encargos a la agencia de detectives la llevaba una secretaria de la empresa y ellos no tenían acceso a la misma.

El abogado de Marco ha dicho al salir que su cliente no sabe quién ordenó espiar a la líder 'popular' y la expareja de Pujol Ferrussola, pero ha apuntado que fue alguien del entorno de la propia Sánchez-Camacho. El dueño de la agencia ha asegurado, según su letrado, que "sólo se dejó una grabadora, para hacer un favor", y que no hay transcripciones ni expediente alguno. Villena, en cambio, ha dicho que todo pasaba por Marco.

Las declaraciones, que han sido declaradas secretas aunque han trascendido algunos detalles, serán enviadas al Juzgado de Instrucción número 14, que dirige la investigación.

El juez que investiga a Método 3 se ha centrado, de momento, en analizar la posible ilegalidad de las escuchas a la presidenta del PPC, aunque ampliará sus pesquisas si del resto de grabaciones incautadas en la agencia de detectives, en los registros que ha llevado a cabo la policía, se desprenden indicios de delito.

Según han informado fuentes judiciales, por orden del juez instructor la policía se ha incautado en la agencia de varias cajas con documentación, así como de archivos informáticos, en su mayoría relacionados con las escuchas a la líder del PPC.

La investigación la lleva a cabo la Policía Nacional a raíz de la denuncia presentada ante este cuerpo por el PP catalán, al considerar que su presidenta fue víctima de espionaje durante una comida que mantuvo en el restaurante La Camarga de Barcelona con la expareja de Jordi Pujol Ferrusola.