Lo ideal, según los expertos, es dedicar a las  extraescolares un máximo de hora y media al día, de manera que los pequeños tengan tiempo para estudiar, jugar y estar con sus familias. Una práctica que rara vez se cumple, ya que cada vez hay más escolares ocupados casi desde las nueve de la mañana hasta las ocho de la tarde.

«Es un error pedagógico cargarlos tanto. Los padres creen que les hacen un favor, pero los niños no pueden asumir tanta responsabilidad», explica el psicopedagogo Juan Antonio Planas.

Un sitio para dejar al niño

Las actividades extraescolares están organizadas por las asociaciones de padres de cada colegio con un doble objetivo: complementar la formación de sus hijos y ganar tiempo para conciliar casa y trabajo.

«Para ellos es un juego con el que, además, mejoran su rendimiento académico y a nosotros nos ayuda a organizarnos», asegura Teresa Paniello, de Fapar.

Las actividades se hacen en tres franjas horarias: de 9 a 10, al mediodía y de 17 a 18 horas. La oferta se adapta a las necesidades de cada ciclo y, así, en infantil predominan las actividades lúdicas como cuentacuentos o juegos y en primaria, los deportes (fútbol, baloncesto, gimnasia...) y las actividades creativas (teatro, música o baile).

Oferta de ocio en siete institutos

Siete institutos de Zaragoza abrirán fuera del horario escolar para ofrecer actividades lúdicas coordinadas por animadores socioculturales. La iniciativa, programada por el Ayuntamiento y con un presupuesto de 61.000 euros, se integra en el programa de Apertura de Centros en Secundaria de la DGA, que en Aragón beneficia a 46 centros. En Zaragoza, los seleccionados son María Moliner, Miguel Catalán, Miralbueno, Pablo Serrano, Pedro de Luna, Río Gállego y Santiago Hernández.