Málaga ha sido seleccionada como una de las 50 ciudades europeas ejemplo de 'Buenas prácticas en desarrollo Urbano'. El estudio ha sido realizado por evaluadores externos, bajo el encargo de la Dirección General de Política Regional de la Comisión Europea, en una actuación cofinanciada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).

Tan sólo dos ciudades españolas han sido seleccionadas para dicho informe: Tarrasa (Barcelona) y Málaga, por el proyecto Iniciativa Urbana 'Arrabales y Carretería', cofinanciado en un 80 por ciento por el Fondo Europeo de Desarrollo regional (Feder).

En el caso de Málaga, el proyecto está liderado por el Servicio de Programas-OMAU del Ayuntamiento. Bajo la categoría 'Enfoque integrado Territorial' y junto a ciudades como Estocolmo (Suecia), Berlín (Alemania), Nicosia (Chipre), Lisboa (Portugal) o Londres (Gran Bretaña), el proyecto es calificado como un instrumento para construir la 'buena ciudad'.

De esta forma, el caso de Málaga formará parte de los temas que se tratarán en el próximo Pleno de la Red de Iniciativas Urbanas, integrado en el Marco Estratégico Nacional de Referencia 2007-2013, y que se celebrará este próximo miércoles en la sede del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. El Director del OMAU, Pedro Marín y miembros de su equipo técnico, asistirán a esta tercera reunión del Pleno de la Red de Iniciativas Urbanas.

Los puntos clave a partir de los cuáles se han basado los evaluadores internacionales para incluir el caso de Málaga entre las 'buenas prácticas para construir la buena ciudad', han sido la Regeneración Urbana Integrada y Sostenible en la práctica; la Regeneración para una Diversidad de Usos; un compromiso con la Democracia Local; la Mejora de los espacios públicos en beneficio del Desarrollo Económico; el Compromiso con la exclusión social y el desempleo; el Enfoque integrado e Innovación Empresarial y el Intercambio y aprendizaje.

El informe ha destacado que el proyecto desarrollado en Málaga cuenta con el objetivo principal de regenerar el centro histórico de Málaga para fortalecer su identidad, facilitar sus usos múltiples y mejorar la calidad del espacio público, sin dejar de lado el refuerzo de la cohesión social y la inclusión de su población desfavorecida.

Unos objetivos que se van alcanzado a través de apoyos específicos a la actividad económica, la creación de equipamientos de servicios sociales y la renovación de espacios urbanos, y todo ello fuertemente ligado a una implicación y participación ciudadana, según han informado desde el Ayuntamiento de Málaga en un comunicado.

En este punto radica la innovación principal del proyecto, y así lo destaca el informe, puesto que el objetivo final de la regeneración está dirigido a la cohesión social, el desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental pero teniendo presentes las necesidades planteadas por los residentes y visitantes. Por tanto, el informe destaca el esfuerzo de las autoridades locales en el fomento de la participación ciudadana.