Una familia malvive 24 días en un pequeño camión a la espera de que operen de cáncer a su hija

  • Comerciantes y vecinos de la zona les llevan comida y víveres.
  • La familia dice haber solicitado ayuda en balde al ayuntamiento.
  • La familia de Mari Carmen, de 28 años, lleva más de tres semanas a las puertas del Hospital General Virgen de las Nieves, en Granada.
Enrique Camacho y su familia, en la furgoneta donde viven desde hace 24 días.
Enrique Camacho y su familia, en la furgoneta donde viven desde hace 24 días.
TORRES
Enrique Camacho y su familia, en la furgoneta donde viven desde hace 24 días.

La familia de Enrique Camacho lleva 24 días viviendo dentro un pequeño camión y un coche, a las puertas del Hospital General Virgen de las Nieves (Granada), a la espera de que operan a su hija, de 28 años, de cáncer.

"No tenemos dinero para un hostal o una pensión", cuenta Enrique, quien, junto a su mujer y dos tíos de su hija, vinieron a Granada el 28 de enero desde su localidad natal, El Puerto de Santa María (Cádiz), tras pasar por varios centros sanitarios de Cádiz y Sevilla. "Aquí nos dijeron que la podían operar", afirma la madre, Francisca Fernández.

La chica, Mari Carmen, de 28 años y cuatro hijos de entre 3 y 11 años, tiene cáncer de riñón y afectación a las venas cavas. Iba a ser operada el lunes, "pero no había sangre suficiente de su tipo –la operación es compleja y precisa gran cantidad de recursos sanguíneos– y la han reprogramado para este próximo lunes", cuenta Santos Gómez, presidente de los comerciantes del barrio de Plaza de Toros, que ha proporcionado apoyo y víveres de primera necesidad a la familia desde que, a los pocos días de ver el camión y el coche aparcados y personas viviendo allí, se enteró de su situación.

Los cinco miembros de la familia Camacho ha ido malviviendo estos días de espera, repartidos entre los dos vehículos, mientras que el marido de la chica duermen en la habitación del Hospital, junto a la enferma. "Dormimos dos en el camión y dos en el coche", dice Enrique.

Dentro del pequeño camión, en la zona de carga, tienen un par de colchones, una mesa improvisada y un pequeño hornillo, "pero hace mucho frío por la noche y además pasamos miedo por si nos atracan", se lamenta el padre de la enferma, quien se quedó en paro en 2008 y "me puse a recoger chatarra", para lo cual usa el camión que ahora les da cobijo. Para sus necesidades de aseo, van por turnos a la habitación de su hija en el hospital.

Además de la asociación de comerciantes del barrio, otros vecinos a título particular están ayudando a esta familia, que dice haber solicitado ayuda al Ayuntamiento, "pero solo nos daban sitio en dos albergues, con las mujeres por un lado y los hombres por otro, y muy lejos del hospital". Entre comerciantes  y vecinos llevan días buscando un piso donde se puedan alojar  todos juntos hasta que se recupere la chica.

Este martes mismo, "una mujer del barrio donó 100 euros para los gastos del piso, aunque no quiere que digamos su nombre", cuenta la esposa de Santos Gómez, el responsable de los comerciantes, que abrió hace unos días una línea de crédito en un supermercado cercano para que la familia pueda comprar víveres, “con cargo a nuestra asociación”, afirma Gómez. También Cáritas, a través de una parroquia de la zona, lleva comida a estas personas. "Es duro, pero aquí estaremos hasta que operen a Mari Carmen y se recupere", finaliza Enrique Camacho.

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