En su ciudad, en la mexicana Oaxaca, hasta hace unos días los niños no iban a clase y los manifestantes se peleaban con la Policía. A Lila Downs, de gira mundial, lejos de su tierra, las noticias que llegaban de allí le preocupaban, y mucho. Y aunque durante todo este tiempo los ritmos tranquilos de su música la relajaban, ahora que parece que todo mejora, está «más tranquila».Hoy, en Ceutí, quienes la escuchen sentirán la serenidad que intenta buscar con sus letras. Unas letras en las que no deja de lado la situación de los indígenas mexicanos ni la de su tierra natal.