La funcionaria y exjefa de servicio del Principado de Asturias, en libertad bajo fianza, Marta Renedo Avilés, se ha negado este martes a realizar declaración alguna en la comisión de investigación de la Junta General del Principado de Asturias (JGPA) del caso 'Marea', la presunta trama de corrupción en la contratación pública que afectó a la anterior etapa de gobierno socialista en Asturias

De esta forma, Renedo se ha acogido a su derecho a no responder a las preguntas de los parlamentarios, tal y como hicieron previamente los también imputados, el exconsejero de Educación, José Luis Iglesias Riopedre, y la exdirectora general de Planificación, María Jesús Otero.

Pero, al contrario que los anteriores comparecientes, Renedo no ha querido hacer tampoco una declaración previa. "Buenas tardes, simplemente me acojo a mi derecho de no declarar; no voy a responder a ninguna pregunta", se ha limitado a decir Renedo, que está imputada por varios delitos, como el de prevaricación y tráfico de influencias. En la Junta General ha estado acompañada por el letrado José Antonio Renedo, del Colegio de Abogados de Gijón.

A pesar de su negativa a declarar, UPyD ha formulado sus preguntas, mientras que IU ha vuelto a entregarlas por escrito para que consten. En vista de la situación, Foro y PP no han realizado preguntas. Como novedad respecto a las comparecencias de Riopedre y Otero, el PSOE sí ha querido formular una batería de preguntas por medio de su portavoz, Fernando Lastra. Renedo no respondió a ninguna.

De esta forma, la sesión de la comisión Marea de este martes ha quedado suspendida hasta miércoles a las 9.00 horas. En la jornada de este martes, el que ha sufrido insultos y ha sido increpado al llegar y salir ha sido el exconsejero de Educación, José Luis Iglesias Riopedre. También al abandonar el edificio de la Junta General del Principado fue abucheado.

"Ladrón", "chorizo", "mangante", "vago", "a la cárcel tenías que ir", ha tenido que escuchar el exdirigente asturiano mientras iba por la calle acompañado por su abogado, sin querer encararse en ningún momento con quien le dedicaba esos calificativos.