Las organizaciones científicas y conservacionistas han destacado la importancia de los Planes de Gestión de la Red Natura 2000, al considerar que son "una herramienta imprescindible y una oportunidad para un desarrollo económico diferente".

Por ello, lamentan "lamentan la polémica creada por determinados sectores económicos, sociales, políticos e incluso científicos en torno a los Planes de Gestión de la Red Natura 2000" y recuerdan que se trata de "una obligación requerida por la legislación comunitaria y estatal".

Y es que, advierte, "el incumplimiento de esta obligación por parte de la Comunidad podría tener consecuencias nefastas para la economía regional y, paradójicamente, para algunos de los sectores más críticos con los Planes de Gestión, pues podrían entrar en peligro los cuantiosos fondos europeos que se reciben".

Por este motivo, las organizaciones desean realizar "una llamada a la responsabilidad de las organizaciones que han pedido la paralización de la planificación ambiental".

Además, las organizaciones consideran que la gestión de la Red Natura 2000 "debe interpretarse como una oportunidad para un desarrollo económico diferente y, en particular, para el mantenimiento de actividades (agricultura y ganadería extensiva o tradicional, aprovechamientos forestales sostenibles) y un impulso para nuevas actividades (gestión y seguimiento de la biodiversidad, turismo especializado, interpretación del patrimonio, investigación)".

Igualmente, la Red Natura 2000 "supone una garantía de protección de las explotaciones agrícolas y los recursos naturales frente a posibles actividades poco respetuosas con el medio ambiente, la salud de las personas y la calidad de las producciones agro-ganaderas", sostienen.

Por todo ello, las organizaciones firmantes consideran imprescindible "la pronta aprobación de los Planes de Gestión, incluyendo determinadas mejoras como incrementar la inversión prevista a fin de garantizar la conservación efectiva de la Red Natura 2000 o como desarrollar las medidas contractuales con los propietarios".

Además de las organizaciones internacionales y estatales —WWF España, Greenpeace España, SEO/BirdLife (Sociedad Española de Ornitología), AHE (Asociación Herpetológica Española), Sibic (Sociedad Ibérica de Ictiología), AEFA (Asociación Española de Fitosociología), AEMS (Ríos con vida) y AIL (Asociación Ibérica de Limnología)—, se encuentran las murcianas ANSE (Asociación de Naturalistas del Sureste) y Ecologistas en Acción de la Región Murciana.

Así como Caralluma-Asociación para la defensa de la Naturaleza, Anida (Asociación Naturalista para la Investigación y Defensa del Altiplano), Ajium (Asociación de Jóvenes Investigadores de la Universidad de Murcia), la Red de Agroecología y Ecodesarrollo de la Región de Murcia, Adesga (Asociación Vecinal para el desarrollo sostenible del Garruchal), Acpes/Murcia (Asociación para la Conservación Piscícola y de los Ecosistemas acuáticos del Sur), Asociación RíoRíe, Adela (Asociación para la Defensa del Entorno Natural de La Azohía), Stipa-Asociación Naturalista de Jumilla y ASE (Asociación de Amigos de la Sierra de Escalona).