Acusada de apuñalar a la anciana de Arjona afirma que "cuando no se toma pastillas es muy agresiva"

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Jaén ha acogido en la mañana de este lunes la primera sesión de la vista oral con jurado contra D.P.G., la joven de Arjona (Jaén) acusada de apuñalar, cuando tenía 23 años, a su vecina anciana cuando ésta se encontraba en la calle sentada junto a la puerta de su domicilio en el verano de 2011. Así, la joven ha manifestado que no recuerda lo que ocurrió, si bien ha admitido que "cuando no se toma las pastillas es muy agresiva".
La acusada siendo conducida a la sala de vistas hoy
La acusada siendo conducida a la sala de vistas hoy
EUROPA PRESS
La acusada siendo conducida a la sala de vistas hoy

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Jaén ha acogido en la mañana de este lunes la primera sesión de la vista oral con jurado contra D.P.G., la joven de Arjona (Jaén) acusada de apuñalar, cuando tenía 23 años, a su vecina anciana cuando ésta se encontraba en la calle sentada junto a la puerta de su domicilio en el verano de 2011. Así, la joven ha manifestado que no recuerda lo que ocurrió, si bien ha admitido que "cuando no se toma las pastillas es muy agresiva".

En el juicio, la procesada ha insistido en que cuando no tomaba medicación "se le iba la cabeza". Así, ha recalcado que "no se acuerda de nada" de lo sucedido, solo de que "su padre le llevó un bocadillo" al cuartel de la Guardia Civil cuando había sido detenida y que le preguntó "llorando" que "qué había hecho". No obstante, ha reconocido que "bebía alcohol de todo tipo" y que el día de los hechos "cree que bebió bastante", mencionando el "anís". "Bebo alcohol a menudo porque me siento bien".

Asimismo, respecto a su relación con la anciana fallecida meses más tarde en un hospital, ha comentado que "se llevaba bien con ella", que "de pequeña la llevaban a su casa" y que "la había criado como a sus nietos". No obstante, y al serle recordado por la Fiscalía que días más tarde de la agresión indicó al forense "que había afilado la navaja" con la que presuntamente apuñaló a su víctima, la acusada ha mencionado que "tampoco lo recuerda".

Del mismo modo ha respondido cuando la acusación particular le ha interrogado sobre el hecho de que "cogiera el coche de su padre huyendo del lugar y teniendo más tarde un accidente con el mismo". Al hilo, ha asegurado, contestando a las preguntas de su letrada, que "desde hace tiempo escuchaba voces de mucha gente que le decía loca". Según ha expresado, las mismas voces que escuchó el día del suceso y que pensaba que "provenían de la calle". Es más, ha añadido, en ocasiones "veía gente" que más tarde su padre le aclaraba que "no existía".

Por su parte, un nieto de la víctima ha declarado como testigo de los hechos que vio cómo la vecina de su abuela le asestaba distintas "puñaladas por la espalda" mientras que con la otra mano "la sujetaba del pelo". Lo observó, según ha explicado, desde el retrovisor de su coche cuando fue alertado por otro varón. Fue en ese momento cuando se bajó del vehículo y se dirigió a toda prisa para salvar a su familiar.

Tal y como ha continuado, "cuando la conseguimos separar de mi abuela entre otro hombre y yo quería volver para continuar acuchillándola". "Quería rematarla", ha aseverado el nieto de la anciana. Así, ha comentado que "desconoce" si tenía algún problema con su abuela, aunque "había escuchado que tenía piques con vecinas de su edad", algo que ha sido corroborado por otros vecinos que han declarado.

"su obsesión era ella"

De su lado, el varón que le ayudó a separar a la acusada de la víctima, ha manifestado que "su obsesión en ese momento era ella", pues, ha aseverado, "entre dos prácticamente no podíamos apartarla".

La primera sesión de la vista oral ha concluido con el testimonio del vecino que ayudó a la acusada a salir de su vehículo cuando, después de lo ocurrido, tuvo un accidente volcando su coche. Según ha precisado este hombre, que desconocía el hecho delictivo que había cometido, tras socorrerla le dijo que iba a llamar a la Guardia Civil para realizar el atestado del accidente, algo a lo que D.P.G., "se negó".

Tanto es así que, tras distanciarse un momento de ella para alertar a los agentes llamándoles desde su teléfono móvil, descubrió que la acusada "se había marchado". "Llamé por teléfono, miré adonde se había quedado y ya no estaba". "Me insistió en que no llamase y la vi muy nerviosa, en tensión", ha recordado. El juicio continúa a partir de las 16,30 horas de este lunes con la testifical de los peritos y de los agentes de la Benemérita.

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